Gobierno: EEUU no tiene “solvencia moral” para juzgar lucha antidrogas
La Paz | ANF y ABI
El Gobierno rechazó ayer el informe en que Estados Unidos calificó de insuficientes los esfuerzos de Bolivia en la lucha contra las drogas y sostuvo que Washington carece de “solvencia moral” para juzgar las políticas antinarcóticos que se aplican en el país.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo ayer que la única instancia certificada para evaluar las acciones de Bolivia en esa área es la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudc) y destacó que ese organismo ha reconocido el cumplimiento de las metas del plan gubernamental de erradicación de coca excedentaria.
En agosto de 2015, la Onudc certificó que Bolivia tenía unas 20.400 hectáreas de coca en total en 2014, lo que refleja una reducción de 34 por ciento desde 2010.
El Ministro dijo que Bolivia está certificada como “modelo” de lucha contra el narcotráfico y recordó que desde 2013 Estados Unidos no da “un peso” a tareas antidrogas de Bolivia pese a la “responsabilidad compartida”.
Romero agregó que en los últimos años se destinaron más de 1.400 millones de bolivianos (200 millones de dólares) a la lucha contra el narcotráfico y que se suscribió un convenio con Francia para concretar 200 millones de dólares para implementar nueva tecnología en esta lucha.
El Ministro replicó así el informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos enviado el pasado miércoles al Congreso estadounidense, en el que Washington volvió a señalar a Bolivia y Venezuela como países que no hacen lo suficiente para combatir el narcotráfico.
Según el informe, son “poco adecuados los controles bolivianos para prevenir” los cultivos de coca ilegal. También señala que en Bolivia el 40 por ciento de la producción de la hoja de coca va a parar a mercados ilegales y acusó al Gobierno de violar la convención de la ONU sobre drogas al no prohibir la exportación de esa planta, base para fabricar cocaína.
RELACIONES
Bolivia y Estados Unidos mantienen una relación a nivel de encargados de negocios desde 2008, cuando Morales expulsó del país al entonces embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de conspirar contra su Gobierno, algo que Washington ha negado siempre.
El mismo año, expulsó a la DEA y a Usaid con los mismos argumentos.
La restitución de embajadores no ha sido posible pese a que ambos países firmaron a fines de 2011 un acuerdo para normalizar las relaciones bilaterales.