Conozca las vías por las que Chile se lleva aguas del Silala
COCHABAMBA | Windsor Salas G.
Las aguas del manantial boliviano Silala son trasladadas por Chile a su territorio, desde hace más de un siglo, a través de dos vías: un canal artificial y una cañería metálica, según pudo constar este medio.
Desde la naciente del manantial, que se encuentra ubicada entre los cerros Silala e Inacaliri, donde se hallan los hitos 73 y 74, respectivamente, se ha construido un canal artificial con base a piedra y cal de 0,90 centímetros de ancho por 0.78 de alto, que además permite recolectar el agua de otras vertientes que hay en el lugar.
Paralelamente, se ha conectado a uno de los ojos de agua del manantial una cañería de 35 pulgadas de diámetro para trasladar el líquido elemento hacia territorio chileno.
Todos estos trabajos fueron hechos por la empresa de ferrocarriles anglo chilena The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company Limited tras obtener una concesión del prefecto accidental de Potosí, René Calvo Arana, en septiembre de 1908 para dotar de agua a sus locomotoras a vapor.
Antes de que se realicen los trabajos de canalización del Silala, el agua de ese reservorio se dispersaba en la planicie donde se hallan su nacientes formando de esta forma un bofedal, es decir, un humedal de altura o una pradera nativa poco extensa con permanente humedad.
Al caudal del Silala se ve alimentado por otras corrientes menores de agua, que también nacen en territorio boliviano. Todo este recurso hídrico va hasta una toma de agua construida a pocos metros de la línea fronteriza, de ahí pasa a una segunda toma de agua que se encuentra en suelo chileno, de donde se dirige hasta una planta de tratamiento en San Pedro, para su distribución a Calama y otras poblaciones cercanas del norte de Chile.
Las aguas del Silala alimentan también al centro minero de Chuquicamata, una de las reserva de cobre más grandes del mundo.
Desde la década de los años 60 del siglo pasado, The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company Limited cedió su concesión del Silala y el cobro por el servicio de agua a la entonces Dirección de Riegos de Chile.
En resumen, el Silala, por la infraestructura que existe desde su naciente, no es un río de curso sucesivo, sino un manantial canalizado por la mano del hombre para alimentar a las locomotoras a vapor ya desaparecidas y no así para el consumo humano, tal cual establece el tenor de la concesión dada por la Prefectura de Potosí.