Zavaleta Mercado, el estratega de la sociedad civil
Si en la obra de Locke, la sociedad civil encuentra una primera formulación, si en Hegel encontramos su sistemática conceptualización, en Gramsci el concepto hegeliano nos revela su encubierta dimensión estratégica
La faceta intelectual de Zavaleta, que unió a su condición de hombre político que ejerció cargos de gobierno, y las de revolucionario social y antiimperialista, al ser dirigente y militante en el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) desde muy joven; entre 1971 y 1973 del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y desde 1976 en las filas del Partido Comunista, nos muestra su confianza hacia el partido, que sería el eslabón conceptual en la teoría política pensada en Gramsci, por eso, en él aparecerá como un elemento constitutivo de su concepto de hegemonía, la comprensión que el partido para Lenin es el momento de la conciencia de clase, el momento de la dirección.
Desde un punto de vista metodológico Gramsci critica al marxismo clásico por la gran cantidad de presupuestos, que en última instancia devienen en “objetivismos” y “determinismos”. Se aparta de las concepciones mecanicistas marxistas para buscar la supremacía de la razón en la comprensión de los conflictos. El socialismo es algo más que un sistema económico o político. De aquí su incursión en la superestructura, al igual que Zavaleta en la categoría de autodeterminación de la masa, en los fenómenos culturales y espirituales de la sociedad, lo que en última instancia otorgan al socialismo un carácter moral liberador, esta incursión le permite las flexibilizaciones teóricas manifiestas, en realidad el planteamiento gramsciano es un vuelco a la ortodoxia marxista, ya no piensa como ésta, en soluciones armadas (la dictadura proletaria), sino en la construcción de una hegemonía – popular, esto es una “reforma cultural” y organización de lo nacional–popular, y el partido político estaría llamado a dirigir, dirección que sería una relación entre intelectuales y pueblo que proponga la construcción de una voluntad colectiva “nacional–popular”, estas categorías ultimas también han sido pensadas y trabajadas por Zavaleta, Por tanto, la revolución es entendida por Gramsci y lo repite continuamente como “reforma intelectual y moral”. En este sentido, resumimos que la hegemonía se realiza en la sociedad civil mientras que la dictadura del proletariado es la forma estatal que asume dicha hegemonía.
Si en la obra de Locke, la sociedad civil encuentra una primera formulación, si en Hegel encontramos su sistemática conceptualización, en Gramsci el concepto hegeliano nos revela su encubierta dimensión estratégica. No está demás afirmar, que Gramsci se convierte así en el más polémico estratega de la sociedad civil en Europa y Zavaleta en Latinoamérica.
El autor es profesor de historia.
Columnas de MILTON MACHUCA CORTEZ