Vegetación urbana en nuestra otrora ciudad jardín
No podemos ignorar que la vegetación urbana, en muchos casos y en función al tiempo de vida transcurrido se encuentra en estado lamentable, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana
Al margen del interés, las políticas y planes de forestación urbana de las instancias municipales como de determinadas organizaciones ciudadanas creadas –Colectivo No a la Tala de Árboles en Cochabamba–, para emprender la recuperación de la imagen de ciudad jardín de Cochabamba; la misma a la fecha, adolece de un deterioro incomprensible en desmedro del buen vivir.
Pese al proceso de modernización desarrollado a todo nivel en nuestro medio, es más notoria la falta de planificación integral para encarar los efectos negativos ocasionados por nuestras desmedidas pretensiones de obtener mayor desarrollo urbano pero sin evitar la descontrolada, irrespetuosa y abusiva ocupación de los espacios forestados de uso público; más aun, sin considerar que la mayor y mejor modernidad, depende fundamentalmente del comportamiento y contribución equilibrada, que todos los ciudadanos debemos practicar. La brutal y abusiva invasión de aceras en calles y avenidas da lugar de hecho a la desaparición de las fajas jardín y al derribo de árboles, como también, la ocupación total de las fajas jardín domiciliarias por la indebida aplicación y descontroladas ordenanzas municipales, son actitudes que atentan cada vez más a la imagen de ciudad jardín.
La falta de estudios y previsión para definir la plantación apropiada de especies vegetales en rotondas y bandejas centrales de avenidas, desvirtúan por una parte el paisaje urbano y por otra parte, producen deformaciones físicas en cordones y losas de aceras atentando a la circulación peatonal y vehicular aún más, si no existe el oportuno mantenimiento y la necesaria como inevitable reforestación vegetal considerando su tendencia natura
Frente a este panorama, existe la necesidad de que las entidades municipales encargadas de planificar y resguardar el medio ambiente urbano más las organizaciones ciudadanas creadas e instituciones de profesionales afines, conjuntamente deben definir, concertar, planificar y programar procedimientos efectivos de valoración de los tipos de vegetación existentes a fin de establecer medidas e intervenciones apropiadas para el mantenimiento, sustitución y reposición de las especies vegetales, disminuyendo así, mayores riesgos en las vías de circulación peatonal y vehicular. Como casos patéticos observables tenemos: las aceras de la calle Mayor Rocha entre Hamiraya y Av. Ayacucho; del parque sobre la Av. Oblitas; deformación de cordones y asfalto en la Av. Aniceto Arce en el sector de la faja jardín central, por plantación de especies vegetales inapropiadas y crecimiento de raíces que ponen en riesgo la circulación vehicular; desaparición de fajas jardín en avenidas principales producto de la actitud comercial de restaurantes sobre la Av. Aniceto Padilla sector Recoleta, acera este del Prado; exagerada ocupación de las fajas jardín domiciliarias y de aceras por negocios comerciales, caso Av. Tadeo Haenke esq. Av. Gabriel René Moreno y esq. Caracas; asimismo, el estado lamentable de determinados árboles existentes en las calles y avenidas del centro urbano de la ciudad, ej. Av. San Martin
En conclusión, no podemos ignorar que la vegetación urbana, en muchos casos y en función al tiempo de vida transcurrido se encuentra en estado lamentable, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana; en consecuencia, con inspecciones programadas debe verificarse su situación y, como corresponde, deberá procederse a las intervenciones apropiadas, tomando en cuenta, su estado actual y de futuro; especialmente de las especies vegetales cuyas plantaciones en muchos casos se efectuaron sin considerar sus características naturales, tipo de especie, forma, tamaño y sobre todo su ubicación. Por lo tanto, será pertinente que la configuración de nuevos espacios de forestación urbana deberá constituirse en más atractivos y recreativos al mismo tiempo de incentivar a la ciudadanía en general a rescatar y conservar nuestra otrora imagen de ciudad jardín.
El autor es arquitecto.