Vergüenza de la humanidad
Una buena cosa que ha hecho el actual gobierno es suspender las plenas relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Basta con mantener relaciones civiles y civilizadas, como se tienen actualmente
Waldo Peña Cazas, ya fallecido, escribió durante años artículos en Los Tiempos, en Cochabamba. Llamaba la atención en sus escritos su tenor contrario a Estados Unidos y a sus alianzas políticas, particularmente porque no era marxista o de alguna corriente ideológica que por sí misma lo impulsase. Pues con la edad me ocurre algo semejante y siento la necesidad de expresarlo.
El ejército de Estados Unidos, desde la guerra de Vietnam, es una vergüenza para la humanidad. Al expresar esto quiero marginarnos de ser culpables por esa vergüenza. Cierto que la opinión mundial no se preocupa mucho por la causa de estos males vergonzosos, pero no por eso debemos ser cómplices.
Repitiendo lo hecho hace años, la aviación americana acaba de emplear en Afganistán una bomba enorme, con explosivos convencionales. Estas bombas las arrojan de modo que se incrustan en la boca de cuevas donde se refugian talibanes y posiblemente acumulan armas y municiones, a resguardo de los bombardeos convencionales. Allí estallan las gigantescas bombas, haciendo un gran estrago.
Los talibanes no me preocupan para nada, se lo merecen. Lo malo es que prácticamente con seguridad esas cuevas han sido utilizadas en la prehistoria y, algún día, incluso en Afganistán, podrán ser estudiadas. Hay cosas que son patrimonios de la humanidad y entre ellas las cuevas. Incluso sin son empleadas por los talibanes, las cuevas guardan en la tierra de sus suelos recuerdos del pasado.
Estas cosas no piensan ni los militares ni los políticos que gobiernan Estados Unidos; tampoco lo hacen su opinión pública ni sus periodistas, algunos de los cuales son instruidos. Pero cuando se contempla la humanidad en perspectiva, son una grande, verdadera vergüenza. Como es una vergüenza que en Afganistán los talibanes hayan destruido los Budas tallados en los farallones rocosos, o que los de ISIS hayan destruido monumentos de la antigüedad en Irak y en Siria.
Pero los talibanes y los de ISIS son salvajes, sin remisión, mientras que Estados Unidos tiene algo de civilización, así que es mucho más culpable. Haré recuerdo cómo en la guerra de Vietnam la aviación americana bombardeó los bosques con un químico naranja y, peor aún, con perdigones para matar toda la fauna.
En conclusión, una buena cosa que ha hecho el actual gobierno es suspender las plenas relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Basta con mantener relaciones civiles y civilizadas, como se tienen actualmente.
El autor es escritor.
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN