Truman y el desarrollo
En el discurso pronunciado por el Presidente Estadounidense Harry Truman, en enero de 1949, se menciona de manera explícita el concepto de desarrollo, en él se señala como una certeza el deber del “mundo libre” de reducir las condiciones de pobreza de una inmensa mayoría de poblaciones en la tierra que no participan de las condiciones de bienestar, en un contexto de libertad y democracia. En efecto, en su alocución se constata que hay países que comparten un singular común denominador: son subdesarrollados. Por primera vez se utiliza este vocablo que establece una ruta crítica para aquellas poblaciones pobres, cuyo inexorable destino debería ser el ansiado desarrollo.
Es evidente que en relación con este discurso, se articuló una agresiva política exterior norteamericana, que en el contexto de la naciente guerra fría, que intentará definir los caminos del desarrollo, no sólo a través de lo que después se conoció como Punto IV y la Alianza para el Progreso, sino también la política de la presión diplomática y la intervención, cuando fracasaban los cantos de la concertación y se necesitaba el Gran Garrote. Estas definiciones de política exterior estaban sustentadas en el ámbito económico, sobre todo en las reflexiones de Rostow, economista norteamericano que acompañó el despliegue de las estrategias anticomunistas.
Su propuesta estaba estructurada en una visión “etapista” de la historia de los pueblos, es decir, unos más temprano que otros lograrían la ansiada modernización, los países subdesarrollados y sus sociedades tendrían que asumir el ejemplo a seguir de los países occidentales modernos y “desarrollados”.
Realizo esta breve reseña, motivado en principio por una razón importante, el retorno después de alrededor de una década, a la actividad académica de enseñanza en la carrera de Sociología de San Simón, con el desafío de trabajar en la materia Teorías del Desarrollo, lo que me permitió un reencuentro con este conjunto de interpretaciones y teorías.
Esto es aún más importante por la enorme actualidad de debates y distintas posiciones que se están produciendo no sólo en el ámbito internacional, sino también en el país; diversas voces que intentan caracterizar los lineamientos de la economía boliviana, el industrialismo, el capitalismo de Estado, el keynesianismo —que Gonzalo Chávez llama ‘de morondanga’—, el neoextractivismo, y el capitalismo periférico entre otras.
En ese proceso, intenté revisar las propuestas que sobre desarrollo establecen los gobiernos locales, para ser más precisos, me sumergí en la web del gobierno autónomo de la ciudad de Cochabamba y por supuesto, no dejo de salir de mi asombro ante la poca documentación que encontré, aun más preocupante cuando en la web oficial se destacan sobre todo “megaproyectos” que al parecer intentan “modernizar” a esta ciudad.
Es evidente, tras ese esfuerzo de modernización urbana subyace una particular visión sobre el desarrollo, pero les confieso que esperaba mayor abundancia teórica y conceptual que actúe o debería actuar como anclaje en una de las instituciones autónomas más importantes de la región. ¿Cuáles son las razones de estas ausencias u omisiones? Si asumimos que obras son amores y no buenas razones, parafraseando a nuestros comentaristas deportivos, el esfuerzo posterior en esta búsqueda de la enseñanza y la investigación será desentrañar este entuerto, pero esa es otra historia, en la que espero no morir en el intento.
El autor es Sociólogo y miembro del EPRI CCI