El método Macron

Columna
PROJECT SYNDICATE
Publicado el 31/05/2017

LONDRES – La elección de Emmanuel Macron como presidente de Francia da a la Unión Europea una oportunidad de superar los conflictos internos que han acelerado su desintegración. En vez de una opción excluyente entre las viejas élites o los nuevos populistas, Macron prometió convocar una base de apoyo político amplia bajo la bandera de la reforma europea. Pero, ¿cuáles son sus posibilidades reales de insuflar nueva vida en un proyecto desfalleciente?

En el encuentro de Macron con la canciller alemana Angela Merkel, el nuevo presidente ofreció un plan para poner fin a la guerra fría entre el norte y el sur de Europa, o lo que es lo mismo, la tensión entre los defensores de la austeridad y los que están a favor de políticas de crecimiento. Y cuando esta semana se reúna con el presidente ruso Vladimir Putin, tal vez encuentre el modo de trascender la división entre el flanco oriental de Europa y el flanco occidental, que quieren, respectivamente, una política de contención o de relación con Rusia.

Asimismo, Macron trató de reconciliar la idea de una Europa de brazos abiertos con la defensa de una “Europa fortaleza”. A la vez que quiere recibir más refugiados, exhorta a la UE a crear una fuerza de fronteras con 5000 soldados y acelerar la repatriación de migrantes ilegales.

Muchos líderes europeos recibieron la elección de Macron con alivio; pero en muchos casos, es porque esperan que el nuevo presidente francés traerá nueva vida al viejo proyecto europeo, más que un corte radical con el pasado. Para generar cambios auténticos, Macron tendrá que trascender los dos modelos políticos que han definido la última década de gobernanza de la UE, dos modelos que se contradicen y a la vez se refuerzan mutuamente: la tecnocracia y el populismo.

La tecnocracia ha sido un aspecto central de la integración europea desde el inicio. Jean Monnet, el economista francés considerado uno de los fundadores de la UE moderna, tenía una capacidad notoria para convertir grandes conflictos políticos en pequeñas cuestiones técnicas. Este método fue muy exitoso durante el período de reconstrucción europea de la posguerra, porque permitió a diplomáticos y funcionarios de diferentes países pasar por alto desacuerdos nacionales o resentimientos irresueltos y encarar los problemas más acuciantes del continente.

Pero con los años, la discusión de políticas en la UE se alejó del modelo de Monnet, y ahora tiende a estar totalmente desconectada de las políticas nacionales, y a depender de la lógica de las instituciones europeas tanto como de las necesidades de los estados miembros. Además, las decisiones de nivel europeo quedaron impresas en códigos rígidos que los estados miembros deben respetar, aun si sus gobiernos o sus electorados no están de acuerdo. La combinación de estas tendencias alentó la difundida idea de que no hay otras formas posibles de gobernanza para la UE, y que a Europa la gobiernan élites a las que poco preocupan los intereses de las personas a las que supuestamente deberían servir.

La explosión populista de los últimos años es una reacción natural a esta forma de tecnocracia desconectada. No es casual que líderes como Marine Le Pen en Francia, Geert Wilders en los Países Bajos, Viktor Orbán en Hungría y Nigel Farage en el Reino Unido coincidan en hacerse pasar como tribunos del “pueblo”. Mediante referendos (su herramienta política favorita) han logrado infligir daño al tratado constitucional europeo, al Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE, a los acuerdos de repatriación de refugiados y, con el Brexit, a la composición misma de la UE.

A los intentos de los tecnócratas europeos de resolver las crisis del euro y de los refugiados con integración encubierta, los populistas respondieron con una oposición aun más intensa; y cada vez que impulsando referendos contra los tratados de la UE obligan a los gobiernos a refugiarse en más tecnocracia, el relato populista se refuerza.

Las negociaciones para el Brexit ya se han convertido en un campo de batalla entre tecnócratas y populistas, en el que cada bando lucha por obtener un resultado que sostenga su propio relato. La afirmación de la primera ministra británica Theresa May de que quiere que el Brexit sea “un éxito” enciende alarmas en Bruselas y otras capitales europeas, porque ese resultado podría inspirar a movimientos populistas contrarios a la UE en otros países.

Para evitarlo, algunos integrantes del Gobierno alemán, temerosos de no poder hacer lugar a otras demandas de Macron (en particular las referidas a la reforma de la eurozona), confían en poder colaborar con él para quitarle atractivo al Brexit. Ese también parece ser el objetivo al que apuntó este último tiempo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien declaró: “El Brexit mostrará cuán atractivo es ser parte de nuestra Unión. Europa da a la gente libertad para vivir, comprar, amar y comerciar sin distinción de fronteras”.

Es comprensible que la dirigencia europea quiera aferrarse al Brexit, como único tema en que los estados miembros de la UE pueden ponerse de acuerdo. Pero por desgracia, el debate por el Brexit tiende a sacar a la luz los peores instintos de las élites de la UE, sobre todo porque las alienta a luchar por el statu quo en vez de por la reforma y la innovación.

Si la UE va a seguir ensimismada en torno de los cuestionamientos que le plantea el Brexit, los próximos cinco años serán tan estériles e improductivos como los anteriores. La gran pregunta ahora es si Europa puede agarrar el salvavidas que le tira Macron y mirar hacia el futuro en pos de un nuevo proyecto, en vez de hacia el pasado y sus dificultades.

Es verdad que muchos observadores se burlan de Macron por negarse a tomar partido en ningún debate. Y los autores satíricos señalan su costumbre de empezar casi todas las oraciones con “en meme temps” (al mismo tiempo). Pero en una UE que lleva largo tiempo paralizada, los grandes acuerdos que propone Macron pueden ser una salida valiosa, basada no en cambios institucionales, sino en la búsqueda de equilibrios políticos.

¿Puede el método Macron dar a la dirigencia de la UE un modo de cortar el círculo vicioso de tecnocracia y populismo, y poner fin a la parálisis de la última década? Por ahora, la única certeza es que (si se nos permite usar otra frase trillada) no hay otra alternativa.

 

El autor es director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

© Project Syndicate y LOS TIEMPOS 1995–2017

Columnas de MARK LEONARD

02/09/2017
BERLÍN – Las últimas semanas, extrañas controversias políticas han dominado los medios estadounidenses y alemanes. En Estados Unidos todavía se debate la...
12/06/2017
LONDRES – La elección de Emmanuel Macron como presidente de Francia da a la Unión Europea una oportunidad de superar los conflictos internos que han...
31/05/2017
LONDRES – La elección de Emmanuel Macron como presidente de Francia da a la Unión Europea una oportunidad de superar los conflictos internos que han...
29/04/2017
LONDRES – Los historiadores pueden llegar a ver al actor norteamericano Alec Baldwin como el aliado más útil del presidente norteamericano, Donald Trump. Las...

Más en Puntos de Vista

PLATAFORMA UNA NUEVA OPORTUNIDAD
EDGAR CADIMA G.
19/04/2024
19/04/2024
ERRAR ES HUMANO
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
19/04/2024
DESDE LA TIERRA
LUPE CAJÍAS
19/04/2024
DESDE LAS REDES
LA H PARLANTE
19/04/2024
18/04/2024
En Portada
El comandante general de la Policía Boliviana, Álvaro Álvarez, informó que el Ministerio Público declaró en reserva el caso de Odalys Vaquiata, quien...
En redes sociales circularon las supuestas preguntas del examen de los prepostulantes para magistraddos, lo que ocasionó preocupación en legisladores. Sin...

"Las peleas de cada día entre Arce y Evo están cansando a los bolivianos". De esa manera se expresó el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho,...
A partir de este viernes, la línea verde del tren metropolitano comenzará a operar cada 30 minutos en toda su ruta.
El año "electoralmente intenso" que en la actualidad vive el continente americano conlleva "riesgos crecientes para las libertades de expresión y de prensa",...
Nueve bolivianos que fueron expulsados por las autoridades chilenas por diferentes delitos llegaron este viernes al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz.

Actualidad
La organización política El Búnker Tercera República propone en un conversatorio en Cochabamba una nueva visión para la...
"Las peleas de cada día entre Arce y Evo están cansando a los bolivianos". De esa manera se expresó el gobernador de...
A partir de este viernes, la línea verde del tren metropolitano comenzará a operar cada 30 minutos en toda su ruta.
La cineasta cochabambina Violeta Ayala compartió este viernes en sus redes sociales imágenes de dos delfines rosados...

Deportes
El entrenador Mauricio Soria se despidió este viernes del plantel de Aurora, luego de ser cesado de su cargo por el...
El empate entre Bolívar y San Antonio 1-1 en La Paz, la noche de este jueves en La Paz y que significó la eliminación...

Tendencias
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre la "situación de emergencia" que se vive en América...
Mayo Clinic, reconocida por su labor en educación e investigación médica, advierte sobre las diversas complicaciones...
La prestigiosa organización World Press Photo ha anunciado a los ganadores de su edición 2024, destacando las imágenes...
El manejo de perfiles digitales tras el fallecimiento de algunos usuarios se ha convertido en un desafío creciente en...

Doble Click
La 60 Bienal de Arte de Venecia ya está preparada para abrir este sábado sus puertas al público en una edición en la...
Perú registra en su territorio 27.060 sitios arqueológicos prehispánicos y 4.323 monumentos construidos en etapas...
'La sociedad de la nieve' es la favorita en el apartado de cine de los XI Premios Platino, que se entregan este sábado...
"Habitat" es la más reciente colección de la diseñadora boliviana Marión Macedo que exhibió vestidos y accesorios...