Poveda, mártir de la educación
Poveda, es el título de la película que la Institución Teresiana en Cochabamba estrena el jueves 10 de agosto en el teatro Capitol. En el filme, se recupera el modelo de sacerdote, pedagogo, humanista e innovador que fue Pedro Poveda, quien, a inicios del siglo XX, en Guadix, España, dedicó su misión a la evangelización y fundó las Escuelas del Sagrado Corazón en las Cuevas, unos cerros que rodean a la ciudad andaluza, habitada entonces por gente pobre y analfabeta, a los cuales se los conocía como “cueveros”.
La película caracteriza a Pedro Poveda como un sacerdote inquieto, soñador y sediento de atender las múltiples necesidades de niños y mujeres que sufren marginación, se identifica con la problemática de los obreros y aplica la enseñanza del evangelio en toda su labor pastoral, fundando en Guadix, la primera escuela del Sagrado Corazón ante la incredulidad y la incomprensión de la jerarquía eclesiástica para quienes Poveda resulta ser incómoda.
Precisamente la incomprensión de las autoridades eclesiásticas provoca el cambio de Poveda hacia Covadonga, donde funda la Institución Teresiana y recibe el apoyo de Josefa Segovia Morón, la primera directora general de las Teresianas y que contribuye a formar la Academia Femenina para Maestras, Centros Pedagógicos, Residencias Universitarias y que en su tiempo permite implementar un método de la nueva escuela basada en la relación de la fe y la ciencia y, que permite el cambio de mentalidad principalmente para las mujeres que antes dedicaban su tiempo a las labores de casa.
El contexto desfavorable de la época para Poveda no resulta ser obstáculo para implementar un modelo de educación cristiana, a pesar de tener padres tradicionales que no aceptan que sus hijos vayan a la escuela, autoridades eclesiales reacias de apoyar iniciativas educativas innovadoras, pendientes de lo que dice la gente y la prensa que distorsiona y crea malestar en la opinión pública, autoridades educativas estatales que sienten resquemores de la educación católica cristiana y que se interpone a la educación implementada por el estado español, conservador, dogmático y fiel a las tradiciones de la época.
En los inicios de la Guerra Civil española, Pedro Poveda es detenido por las milicias y conducido fusil en mano hacia el arresto. Uno de los milicianos le dice “la orden viene de muy alto, eres un pez gordo que has hecho mucho daño a los nuestros”, junto a Poveda mueren estudiantes, monjes, religiosas, sacerdotes sólo por buscar la promoción de un movimiento de laicos en el campo espiritual y educativo incomprendido por el régimen de gobierno.
“La luz siempre se impone a la oscuridad”, le dice Poveda a Manolo, un niño monaguillo de apenas ocho años en las cuevas de Guadix en la inauguración de la escuela, retratado en una fotografía que acompaña al sacerdote en medio de su breviario. El día del fusilamiento, el mismo Manolo ya de adulto en Madrid, al enterarse de su detención y probable fusilamiento intenta encontrar al sacerdote para impedir el asesinato, localiza el cadáver de Poveda junto al breviario y la foto donde se reconoce y le retumba en la mente aquella frase que se la había quedado grabado de cuando era niño.
La obra y el pensamiento de San Pedro Poveda se irradian a más de 30 países en el mundo. En Bolivia–Cochabamba, la Institución Teresiana funda la Normal Católica Sedes Sapientiae, — ahora cerrada por el Estado Plurinacional— asimismo, el Colegio Pedro Poveda en Tupuraya. Poveda habría dicho “aquí está la academia, puedes estudiar y llegar a ser lo que quieras”.
El autor es periodista y docente universitario.
Columnas de CONSTANTINO ROJAS BURGOS