Ante los desastres, Cochabamba debe ser una sola
Ante el desastre natural que afecta a miles de familias de Tiquipaya, Quillacollo, Vinto, Colcapirhua y muchos otros de los municipios, debe impone la solidaridad de la ciudadanía cochabambina con todos los damnificados.
En este momento de tragedia, de manera loable, se observa que la población está deponiendo sus intereses políticos-partidarios, ideológicos, el “no me importismo” y se está uniendo en un solo movimiento para brindar una mano amiga a los más necesitados.
Al llamado de las instituciones públicas y privadas del departamento, además de organizaciones religiosas, decenas de vecinos se apersonan a los puntos establecidos por las autoridades para entregar sus donaciones en alimentos, ropa, agua potable, y otros enseres, para paliar las necesidades de los afectados.
Hay que tomar en cuenta que en el sector de Chilimarca y Molle Molle existe un contingente de voluntarios entre rescatistas del FAB, soldados de las unidades militares, vecinos y jóvenes que está colaborando en el rescate de las pertenencias de los damnificados.
A esos voluntarios también debe llegar la ayuda brindándoles un vaso de refresco, un pedazo de pan o una taza caliente de alguna infusión para contrarrestar la lluvia o el frío de las aguas que desbordan por las calles de las zonas afectadas.
Cochabamba hoy debe ser una sola y demostrar que todos juntos, quitándonos los colores políticos y otros perjuicios, podemos hacer más por nuestra ciudadanía.
Periodista editor de mundo
Columnas de ALFREDO JIMÉNEZ PEREYRA