Thunupa
Otra de las observaciones que se hace a los nuevos billetes de 10 bolivianos, pero que pasó desapercibida para la mayoría de la gente, es la mala nominación de dos de los atractivos turísticos incluidos en ellos.
Un documento que lleva el membrete del Comité de Defensa de la provincia Daniel Campos del departamento de Potosí señala que el verdadero nombre de la isla denominada “Del pescado” en los billetes, es Incahuasi mientras que el salar de Uyuni tiene otra nominación.
El nombre original de ese mar blanco es Thunupa y casi toda su extensión está en Daniel Campos, no en la provincia Antonio Quijarro cuya capital es Uyuni.
Tras su surgimiento como ciudad y la prosperidad que alcanzó con la actividad minera, Uyuni se convirtió en la población civil más importante del sudoeste potosino. Por asociación de ideas, la ciudad era vinculada al inmenso mar blanco ubicado en sus proximidades y, por ello, comenzó a llamarse salar de Uyuni sin que, empero, ese denominativo haya asumido carácter oficial.
Llama la atención que los historiadores que el Banco Central de Bolivia dice haber contratado para su nueva familia de billetes no hayan reparado en el error de seguir llamando salar de Uyuni a la maravilla natural cuyo verdadero nombre debería ser motivo de investigaciones sobre el pasado prehispánico de Bolivia.
Identificada por Pablo Quisbert como “una de las deidades más importantes en el escenario andino y sobre cuya saga existen varias versiones”, Thunupa aparece con diferentes nombres y en distintas épocas.
Thunupa es ubicado en diferentes periodos, ya en los inicios de la creación, ya enfrentando al cruel Makuri o bien identificado con figuras cristianas como San Bartolomé o el propio Jesucristo. “A Thunupa se le ha confundido con Huirakhocha, y aún con Pacha Achachi —escribe Manuel Rigoberto Paredes—, sin embargo de ser tan distintas las leyendas que rodean a cada uno de estos personajes, y de ser completamente diferentes los mitos que representan, y la esfera de acción en que se desenvuelven”.
Se le dio su nombre no sólo al salar, sino a una montaña próxima a él en virtud a las varias leyendas prehispánicas que intentan explicar su origen. La más conocida señala que el salar se formó de la leche que manaba de los pechos de una deidad llamada Thunupa, la que después se transformó en la montaña.
Como se ve, Thunupa es una figura mitológica andina que merece ser estudiada, no ignorada como lo hace el Banco Central de Bolivia al extender, quién sabe por cuánto tiempo más, el nombre errado de salar de Uyuni.
El autor es periodista, premio nacional en historia del periodismo.
Columnas de JUAN JOSÉ TORO MONTOYA