Una contienda electoral entre “Yo” y “mi”
El gobierno del Movimiento al Socialismo ha publicado la “Ley 1096 de Organizaciones Políticas”. Lo singular de esta ley es que en su Art.29 numeral I. determina que los partidos y las alianzas podrán inscribir a “uno” o más binomios para la elección primaria.
Se supone que los partidos van a presentar una sola candidatura por muchas razones; una de ellas el factor económico, incluyendo al partido de gobierno ya que a nadie se le ocurriría enfrentarse a su jefe y al genio intelectual de García.
Entonces, cuando los partidos políticos inscriban una sola fórmula o candidatura, el 27 de enero próximo sus militantes tendrán que ir al recinto electoral y emitir su voto por la única candidatura; desvirtuando lo que es una elección y los vocablos de “elegir”, “escoger”. El diccionario Grijalbo define a la elección como la acción y efecto de elegir, opción o libertad de decidirse entre varias alternativas; y “escoger”: tomar alguna cosa entre varias. Una “elección”, necesariamente tiene que ser entre dos puntos antagónicos; pues yo no podría elegir entre lo bueno y la bondad; lo mismo para escoger debo tener dos o más opciones, por ejemplo; escoger entre el frío el calor o lo tibio.
Ahora bien, nuestros asambleístas con un admirable ingenio y talento echaron por tierra toda el lenguaje español y la doctrina del Derecho Político y Derecho Constitucional, inventaron un nuevo sistema electoral de carácter universal para el futuro, realizando comicios electorales con un solo candidato y el 27 de enero de 2019 fecha de las elecciones primarias, se paralizará el país, se habilitarán los recintos electorales generalmente en escuelas, se trasladarán y repartirán las ánforas, se instalará el jurado electoral compuesto por tres personas y tres suplentes, a quienes se les dará un estipendio, la merienda y refrigerios; se proveerá de material libros de actas y las papeletas de sufragio, que siendo uno solo el candidato la papeleta será también la única. El sufragante al votar entrará a un recinto privado para emitir su voto. La ley exige que el voto sea “secreto” para que nadie observe por cuál de los candidatos votará. Y siendo uno solo el candidato, toda esta actuación resulta un drama tragicómico innecesario y ocioso, puesto que el votante no tiene nada que elegir o escoger y menos en secreto. Resulta pues un derroche de energía, tiempo y más que todo de dinero que saldrá de los impuestos de los bolivianos.
En cualquier contienda electoral en la que se presenta un solo candidato esta elección se la declara “desierta” por un principio de elemental lógica.
No obstante la claridad del hecho, los Asambleístas del partido MAS, en la referida ley elaborada por ellos, van a imponer la genial y singularísima nueva forma de convocar a elecciones con un solo candidato. A simple vista parece absurdo pero el trasfondo político es que el 8 de diciembre de 2018 el Tribunal Electoral habilitará la candidatura de Morales y García. El millón y fracción de militantes que tiene el partido gobernante votará por su binomio archiconocido y después de esta tramoya electoral gritarán a los cuatro vientos que su partido es el más grande que hay y que hubo en Bolivia y por lo tanto su binomio debe y tiene el derecho de ser repostulado; de esta manera justificarán y reforzarán la decisión del Tribunal Electoral al habilitarlos como candidatos.
El autor es abogado
Columnas de RAFAEL G. JULIO QUIROGA