El “nomeimportismo” a la bicicleta
Alvaro Maldonado
Años atrás, junto a un amigo llamado el “gringo neoliberal” iniciamos una campaña agresiva de información y desarrollo de actividades proponiendo a la bicicleta como medio de transporte ecológico.
Muchos logros y reconocimiento obtuvimos por ese trabajo voluntario y activista. En la actualidad, no contamos con la misma fuerza para desarrollar las mismas actividades por varias razones, entre ellas “la política”. Nosotros somos un movimiento “apolítico” al que no le interesa quién esté sentado en las sillas del poder; pues quedó más que demostrado que las intenciones de los pasajeros circunstanciales de los cargos no aplican y poco conocen de políticas públicas para el desarrollo de la sociedad.
Preocupados por cómo se cierra esta gestión, convocamos a la población (y autoridades) a reflexionar sobre las normas vigentes y que han sido en muchos casos la victoria y reivindicación de un sector que busca ser parte del desarrollo de nuevas políticas públicas reales y no de simples discursos cansinos.
Hace más de un año que la Ley de la Bicicleta espera, al igual que el reglamento; ya se los tienen, pero nada se ha hecho por aplicarlos ni ejecutarlos para contar con tan efectivo medio de transporte como parte del desarrollo humano, ecológico y social de nuestra ciudad. Ni bajo el título de ciudad pionera con esta ley recientemente aprobada hay señales que demuestren el
interés necesario por introducir el proyecto como parte de los planes de próximas gestiones, ni municipal ni gubernamentalmente hablando.
¿Habemus Ley, Habemus Reglamento… HaHemus voluntad?
Las instituciones han perdido la brújula de sus verdaderas funciones, y el futuro por ahora no se ve esperanzador para retomar la educación vial que al menos beneficie a esta ciudad que envuelta en el caos de la desorganización y “nomeimportismo.
Alvaro Maldonado
Voluntario de Masa Crítica
Columnas de Redacción Central