De nuevo el periodismo en la mira
No parece casual que en el transcurso de muy pocos días voceros oficiales y oficiosos del gobierno y el MAS hayan atacado a periodistas y medios de comunicación. Comenzó con Los Tiempos, cuando el comandante policial pidió a su directora revelar el nombre de quien hizo la denuncia de que hay una estructura de corrupción en la Policía Boliviana, muy difícil de desarticular.
Obviamente, la directora le recordó al jefe policial que están en vigencia la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley de Imprenta que prohíben taxativamente revelar la fuente de información sin orden judicial emergente de un proceso legal.
Luego, ejecutivos de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) decidieron enjuiciar “penalmente” al periodista Raúl Peñaranda, director del periódico virtual Brújula Digital, por un artículo sobre esa empresa. Pero, hasta ahora no se conoce qué es lo que motivó la furia de los ejecutivos que pudiera ser objeto de demanda (hay que recordar no es delito que un artículo provoque la ira de algún ciudadano o autoridad).
La tercera ha sido la arremetida del presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) contra periodistas y medios al afirmar, entre otras lindezas, que la prensa “como cualquier institución no es precisamente objetiva; tergiversa, manipula la información y fundamentalmente maneja sólo un derecho humano: a la información”.
Seguramente al observar en la audiencia algunas caras de asombro (por ahí hay funcionarios que algo saben de sus funciones) aclaró que hablaba a “nivel personal”. Qué tal: la principal autoridad del Órgano Judicial decide, en el solemne discurso del año judicial, hablar a título personal (en fin, se puede aplicar a esta actitud y al funcionamiento del Órgano Judicial actual aquello de que son como la carabina de Ambrosio: “objetos y personas que son inútiles y no sirven para maldita sea la cosa. Así, de algo inservible se dice que ‘es más inútil que la carabina de Ambrosio", según Google).
Y un agregado más. La autoridad afirmó que “la única consultoría subvencionada por EEUU es la libertad de prensa, porque esa libertad de prensa supone una actitud difamatoria, tergiversadora y manipuladora de la información”. Obviamente, el único ciudadano que hasta ahora ha respaldado a ese funcionario ha sido el ministro de ¿Justicia?, de quien, se dice, habría sido su mentor en la carrera para llegar al Órgano Judicial.
En fin, cada acción que comento, si bien debe ser tomada en cuenta, no pasaría de ser una suma de expresiones de supina ignorancia de importantes funcionarios estatales respecto a lo que mandan la CPE y la Ley de Imprenta, pero, contextualizadas, muestran que los medios y periodistas independientes están nuevamente en la mira de los operadores del gobierno y el MAS.
Por eso, quiero expresar mi solidaridad moral y profesional con los afectados de estas bravuconadas y, al mismo tiempo, recordar que cualquier ciudadano o autoridad que considere que se han cometido delitos de imprenta tiene todo el derecho de procesar a los autores, pero debe hacerlo mediante el Jurado de Imprenta o a través del Tribunal Nacional de Ética Periodística (TNEP) que los periodistas, en el marco de la autorregulación, hemos creado.
Lo demás es, reitero, ignorancia que, cuando trata de ser aprovechada por los operadores del poder, es peligrosa como se puede observar en estos casos y en circunstancias en que la desesperación cunde entre quienes pretenden concretar la inconstitucional postulación de los actuales mandatarios en las elecciones de finales de año.
Los operadores del MAS y sus voceros, pese a que saben que es difícil doblegar a los periodistas y a los medios independientes con sus mentiras y amenazas, quieren copar el espacio del periodismo. Y una vez más se equivocan al atacarlos y pretender neutralizarlos mediante acciones como las reseñadas, porque los periodistas somos huesos duros de roer, como muestra, en un contexto cotidiano, aquella colega que en un desayuno en honor a los periodistas que cubren la Vicepresidencia del Estado, le pidió al segundo mandatario enviar un mensaje a la población en idioma nativo.
Es decir, los periodistas buscamos aplicar nuestra profesionalidad e independencia en el espacio en el que las circunstancias nos colocan…
El autor fue director de Los Tiempos
Columnas de JUAN CRISTÓBAL SORUCO QUIROGA