Nuevos desafíos para el periodismo libre
Una de las más importantes lecciones que ha dejado la experiencia histórica es que una de las condiciones indispensables para la preservación de la paz es el respeto de ciertos valores, principios, normas y leyes. Sin ello, resulta indefectible la caída en alguna de las muchas formas de regímenes autoritarios sostenidos por la violencia.
Desgraciadamente en nuestro país, como en otros de Latinoamérica y el mundo, son cada vez más fuertes las corrientes que desprecian valores sobre los que se sostiene un Estado de derecho. Y lo peor es que provienen de los dos polos del espectro político.
Una de las características que esas corrientes tienen en común es que, independientemente de su ideología, aborrecen la libertad de expresión y, muy especialmente, la de prensa. El periodismo libre, independiente, crítico y no sumiso es uno de los blancos preferidos de sus ataques.
Bolivia, felizmente, está lejos de extremos como los que han llevado al periodismo de Cuba, Nicaragua y Venezuela a una situación sólo comparable con la sufrida durante las dictaduras militares. Sin embargo, son cada vez más frecuentes los ataques contra las empresas periodísticas y los periodistas.
En esas circunstancias, adquieren plena pertinencia las palabras pronunciadas por el periodista y director del diario Correo del Sur, Marco Antonio Dipp Mukled, al asumir la presidencia de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), en un acto realizado el pasado viernes en la Casa de la Libertad de Sucre.
“Éste es un año crítico. Se anticipa ya un nuevo despliegue de fuerzas políticas que pondrá a prueba a nuestra sociedad y al vigor de nuestra democracia, es otro año en el que, con más intensidad que los anteriores, la política gobernará todos los ámbitos de nuestra vida en común y la influirá”, dijo.
Fue también claro al plantear la fórmula de afrontar el desafío que eso implica. “Tenemos ante nosotros el desafío de contribuir a nuestra sociedad a interpretar esta realidad, a despejar la bruma, y sobre todo a respetar los derechos y garantías de las personas. Hay una sobrecarga de mensajes y signos ambiguos, desconcertantes, y es en ese terreno donde la prensa debe ayudar a visualizar la realidad, a dar certidumbre”, propuso.
En el mismo acto, el expresidente de la ANP, Pedro Rivero Jordán, ratificó el compromiso de la ANP de permanecer “en primera línea por la defensa a ultranza de sus principios esenciales, en comunión permanente con el derecho fundamental de todos los bolivianos a vivir en paz, en libertad y en democracia”. Compromiso que es también de Los Tiempos, sus propietarios y trabajadores.