Primarias revelan debilidades en el gobierno
Conocidos los resultados de las elecciones primarias por medio del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a horas 20:30 del 27 de enero, dio lugar a diversas reacciones en los medios y en las redes, que, en general apuntaban a destacar el ausentismo de los militantes, el voto blanco y nulo expresado en el 35 por ciento, para la bronca de las autoridades gubernamentales, que habían manifestado que darían “waska”, “mazazo a la derecha” y que medirían la “musculatura con los partidos políticos de la oposición.
Curiosamente transcurridos los días y cuando antes se había contabilizado el 97 por ciento de las actas digitalizadas, los resultados subieron a 45 por ciento, luego que el presidente Morales cuestionará el trabajo técnico del TSE, señalando que hay alguien que quiere perjudicar a su partido, además de otras expresiones que ponían en duda el accionar del Órgano Electoral y que antes de las primarias había sido cuestionado también por la oposición.
La renuncia de la vocal Dunia Sandoval —entre líneas— tiene una cierta relación con los datos oficiales publicados por el TSE, que no hace más que encolerizar el ánimo de la población boliviana que definitivamente perdió su confianza en el Órgano Electoral, vapuleado desde diversos flancos de la sociedad boliviana, incluido ahora el gobierno que se ve afectado por el ausentismo de sus militantes de quienes esperaban mayor adhesión.
Pasadas las primarias, es decir, el lunes 28 solo apareció el ministro de Comunicación ante los medios, para decir que las primarias fueron todo un éxito y que pasarían el 40 por ciento. El presidente y el vicepresidente habían optado por el silencio, sin embargo, aparecieron días después para protestar en contra del TSE por ocasionar perjuicio en su partido, el primero, para destacar el “mazazo” el segundo y Carlos Romero para asegurar que el MAS es un partido hegemónico a nivel de América Latina.
Frente al ausentismo, el voto blanco y nulo, la reacción inicial del MAS fue de buscar culpables en la oposición, que habían convocado a sus militantes a no asistir a las primarias, en la falta de promoción y difusión a nivel nacional de parte del TSE. Pero, no han dicho nada de la permanente campaña que hace el MAS en los medios estatales, los mensajes de Entel a los funcionarios públicos en las redes sociales sobre la obligación de enviar y de reportar su voto por Internet. Además, el lunes fue día libre en su fuente de trabajo como forma de premio y compensación por su apoyo al MAS. Tampoco se refieren a las imágenes del llenado de votos en favor del MAS.
Transcurrida la semana, lo que la oposición llama “derrota”, “fracaso”, “ausentismo”, abstención” y que cuestiona el gasto dispendioso de 27 millones de bolivianos, para los dirigentes políticos del MAS ha sido un “mazazo”, una “waska” y que demuestra a un partido hegemónico a nivel latinoamericano. Ya no se refieren para nada al fortalecimiento de la democracia interna en los partidos ni de la participación de sus militantes. Oposición y oficialismo tienen su propio discurso.
La ciudadanía que no milita en un partido político, ve con mucha incertidumbre la realización de las elecciones presidenciales en octubre de 2019, porque hay desconfianza y susceptibilidad en el TSE. Se habla de un descomunal fraude, de la intromisión del Poder Legislativo en las decisiones del TSE. Costas dice “sentirse presionado” y la renuncia de Dunia Sandoval desnuda al Órgano Electoral y deja bajo el control y la sumisión de las instancias gubernamentales. Nada de eso es bueno para la democracia boliviana.
El autor es periodista y docente universitario
Columnas de CONSTANTINO ROJAS BURGOS