Doble bloqueo a Venezuela
Lo acaecido en Venezuela con el bloqueo de la ayuda humanitaria internacional en alimentos y medicamentos, que dejó como saldo 14 muertos y más de 200 personas heridas, muestra el principio del fin, porque el vecino país no sólo sufre las inclemencias de un tirano aferrado al poder sino de las acciones conjuntas de la comunidad internacional encabezada por EE.UU. que se traduce precisamente en el bloqueo económico. El presidente de la Comisión de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Pedro Carreño, ya lo había manifestado al indicar que un total de 39 millones de dólares destinados para la compra de alimentos y medicinas fueron devueltos por el sistema financiero internacional.
Al final del día las consecuencias lo paga el pueblo venezolano, doblemente apuñalado, porque desde un sentido implícito existe una complicidad de Maduro y EE.UU. de llevar el caso a un extremo, de jugarse con la miseria, el hambre y la salud. Maduro nunca podrá sentir las necesidades de su pueblo o beber de su trago amargo. Él vive en un ideario imaginario de la “revolución bolivariana”, que en definitiva lo alejó de la realidad. Pero además vive en una atmosfera de constante conspiración interna y externa y eso le lleva al miedo que también siente la población en su conjunto.
El colapso económico derivó a la crisis política y es evidente, hasta discutido, que realmente existe un vacío de poder que necesita ser tomado y todo indica que no será por la vía democrática, porque las posiciones y diferencias de un lado a otro son antagónicas y muy profundas ideológicamente. Maduro se mantiene en vilo gracias al poder de coacción que le otorgan las fuerzas armadas y eso no es suficiente, teniendo en cuenta que el chavismo, hablamos precisamente de los militantes, no se constituyen en garantía más al contrario son bases sociales clientelares y prebendales (comprados).
Para René Zavaleta Mercado la alianza casi impenetrable entre Maduro y la cúpula militar se constituye en un cogobierno. No obstante, ya existe desertores militares y esto sugiere tres hipótesis en torno a Maduro: 1) que su gobierno entre a una etapa de desmantelamiento, es decir, que abandonen el barco; 2) que sufra la traición, pilar fundamental para su posterior caída; 3) o que la cúpula militar permanezca a muerte con el actual régimen, por miedo a ser encarcelados en EE.UU. porque habría serias denuncias de corrupción y narcotráfico.
Aunque exista la propuesta de otorgar amnistía a esta cúpula militar, según lo afirmó Guaido, queda la espina que alguien deberá responder a las fechorías de Maduro y se sabe que en política nada está garantizado. Con relación a la propuesta de llamar a elecciones es poco probable, por el hecho de que no existen garantías y sobre la idea de una intervención militar, esta fue rechazada rotundamente por los países del Grupo de Lima. Además, quién enviaría militares a Venezuela, sabiendo que EE.UU. está retirando a sus tropas en el medio oriente y que el costo político le sería muy alto.
Es un escenario incierto en que todas las posibilidades están abiertas, mientras tanto la comunidad internacional a la cabeza de EE.UU. seguirá presionando a Maduro con el bloqueo económico para que renuncie, pero las consecuencias en última instancia la sufrirá el pueblo venezolano, ya que el banquete para el rey siempre estará sobre la mesa y eso sobra o basta para vivir mientras esté en el poder.
El autor es politólogo y comunicador social
Columnas de HUMBER VELASQUEZ TORRICO