Alcantarillas de Pacata
Pacata Alta comenzó su historia barrial como un plan gubernamental de viviendas económicas al promediar los años 80 del siglo XX, es decir, un conjunto de casas de bajo costo, distribuidas una junto a otra y con dos viviendas compartiendo el mismo muro posterior, a través de un conjunto de cuatro o cinco manzanas dispuestas sobre las empinadas pendientes del parque Tunari.
El otrora, pero ya extinto, Fondo Nacional de Vivienda Social (FONVIS) estuvo a cargo del reparto de las casas, no obstante, la fisionomía actual del barrio adviene casi irreconocible para el observador coetáneo en relación a lo que hubiese visto en la zona hace dos o tres décadas. No sólo las casas originarias del FONVIS han ido cambiando, como consecuencia de su “personalización” por sus propietarios, el poblamiento mismo de la zona es ahora mucho más tupido, además, y más importante, sobre el barrio, o en lo que podría denominarse “altos de Pacata Alta”, se han erigido nuevos barrios…
Aunque los nuevos barrios en buena medida se erigieron mediante las gestiones de loteadores como únicos agentes de la “planificación” urbana en la zona, todos comparten una cualidad común: están conectados y usan la red del alcantarillado construida para el viejo barrio de Pacata Alta: aquellas cuatro o cinco manzanas del FONVIS. Por supuesto, las consecuencias son previsibles: reventones por doquier.
Antes del relativamente reciente asfaltado de Pacata Alta, durante los todavía frescos tiempos del empedrado, aquella situación era particularmente crítica entre las calles 4 y 6 del barrio, ahí, y a modo de fontanar una serie de infiltraciones del entubado hacia la superficie iban formando un cada vez más nutrido y pestilente arroyo de aguas servidas…
Ignoro si a consecuencia de los reclamos de la OTB de la zona o si por iniciativa propia de las autoridades municipales, ya sea de Sacaba o de Cercado (ambas en constante disputa por la jurisdicción sobre esos barrios pacateños), las circunstanciales reparaciones o reposiciones de uno u otro tuvo del alcantarillado colapsado por efecto de la gran presión interna devenían totalmente fútiles apuntando a liquidar o menguar esos pestilentes arroyos, porque al poco tiempo colapsaba otra parte de la red.
Pero con la casi flamante y gruesa capa asfáltica aparentemente todo ha cambiado y subrayo el término aparente porque la red del alcantarillado para toda la zona sigue siendo la misma, solo que ahora las infiltraciones hacia la superficie por la enorme presión de las aguas putrefactas está momentáneamente contenida bajo la gruesa y compacta capa del asfalto negruzco.
Sí, tal cual lo leyó, pusieron el asfalto sin cambiar la vetusta y anacrónica red del alcantarillado, de modo que ahora no sólo los vecinos pernoctan sobre una bomba de tiempo, sino que también la vida de cualquier transeúnte, a pie o motorizado, corre peligro. Aunque momentáneamente, reitero, los arroyos de mierda (perdón la expresión, pero es literal) han desaparecido, aquello es sólo una ilusión pasajera, porque bajo el asfalto las infiltraciones se acumulan y la presión crece…
¿Se imagina ir caminando hacia el hogar de su corteja y, de pronto, caer sepultado con una gran explotación de mierda?, o no tan grave pero más posible, ¿llegar bañado en aguas servidas frente a un repentino hundimiento del suelo bajo sus pies? En Pacata Alta puede pasar ¿Solo en Pacata?
El autor es economista
llamadecristal@hotmail.com
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