Están apuntando mal, muy mal
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, concluyó su visita de 20 horas al país, sin embargo, las repercusiones tanto en el oficialismo cuanto en la oposición política continúan, y a su turno, ambos exteriorizan su posición.
En medio de las observaciones y hasta de denuncias sobre violencia verbal, lo más grave es que los dirigentes políticos de la oposición, sin tener mayores pruebas, en una actitud que la considero de majadería, denuncian que el Sr. Almagro vino a negociar el voto de Bolivia para su reelección en la organización internacional, olvidando –no sé si voluntariamente o no– que la Secretaría General es uno de los ocho órganos que tiene la OEA, es más, la elección del nuevo Secretario General recién se produciría en abril de 2020.
Lo que se conoce, oficial y públicamente, es que el Secretario General de la OEA, por la representación legal que tiene, refrendó un acuerdo con el jefe de Estado de Bolivia que garantice la presencia de veedores de dicha organización en las elecciones del 20 de octubre próximo. Eso es lo oficial, todo lo demás, cae en el ámbito del cálculo político.
Que Almagro, a invitación del Gobierno haya visitado el trópico de Cochabamba, no debería sorprender, porque es atribución del Secretario General llevar el desarrollo de los Estados miembros a la Asamblea General o al Consejo Permanente, así señala el párrafo segundo del artículo 110 de la Carta de la OEA.
La reacción de los candidatos a la presidencia de la república y de alguna dirigencia de los partidos que terciarán en la elección presidencial, respecto a la posición expresada por el Sr. Almagro, no ha sido la más adecuada, ni respetuosa. Y claro, es entendible ello por el nivel de imperfección y la falta de inteligencia política que tienen. En todo caso, los opositores que se reunieron con el estimable visitante, lejos de criticar por lo que dijo, deberían prepararse de mejor manera para presentar propuestas creíbles que respalden su postulación a la primera magistratura del país.
A contrario de la oposición, el Gobierno destacó la visita en términos diplomáticos, independientemente de que el presidente Morales, en el pasado inmediato, haya criticado a su invitado. Y en ese contexto, el oficialismo ha mostrado sensatez y mesura sobre la visita del Sr. Almagro, que ha revalidado en Buenos Aires, Argentina, que la reelección no es un derecho humano, pero que poco o nada puede hacer porque no tiene a la mano ninguna herramienta institucional para exponer su disconformidad con la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional de Bolivia.
Visto así, los dirigentes políticos y candidatos están apuntando mal, muy mal, lo que favorecería aún más al candidato del oficialismo que está en campaña hace 13 años y cuatro meses, y una posible renuncia de uno o varios de los candidatos adversarios del MAS, no parece posible por la arrogancia de unos y el sincretismo de otros.
El autor es abogado y docente universitario
Columnas de HENRY GONZALO RICO GARCÍA