Nuevos cines… los mismos filmes
Un nuevo complejo cinematográfico se estrena en Cochabamba y las noticias abundan en detalles sobre lo muy bien equipadas que están las salas, el buen sonido, el parqueo, la plaza de comidas, el gimnasio y otros atractivos que forman parte del edificio.
Y el cinéfilo recibe feliz la noticia. Tendría que ser una buena nueva: seis salas más de cine se suman a la treintena que ya deben existir en la ciudad. Esto implicaría mayor variedad, más opciones de disfrutar en el ecran gigante del séptimo arte.
Desbordante de emoción, el cinéfilo busca en la web las nuevas películas que el flamante centro de entretenimiento ofrece y encuentra finalmente la cartelera y ahí están “Pokémon: Detective Pikach”, “Avengers: Endgame”, “Aladdin”, “Brigtburn” y “John Wick 3”. Compara con los filmes del cine 1 y son los mismos, con los del cine 2, ídem, con los del cine 3, iguales, y se pregunta a gritos “¿De qué carajos sirve tener 23, 30 o 40 salas en la ciudad si solamente hay cinco películas para escoger?”.
Y varios de estos cinco filmes son de cuestionada calidad cuyo éxito se mide más por los efectos especiales que ofrece o por los millones de dólares que recaudan, que por la calidad artística o el buen lenguaje cinematográfico que contienen.
Dirán que dependen de las grandes distribuidoras y no tienen autonomía para elegir, argumento difícil de creer en tiempos de competencia y libre mercado. Juegan a lo seguro, aquí no interesa dar calidad y variedad al público, sino ganar dinero explotando al máximo los filmes “taquilleros”.
Nunca un filme europeo, de Asia o de África; de la desbordante producción cinematográfica latinoamericana jamás. Sólo Hollywood y sus muchos bodrios tienen ingreso libre a las salas bolivianas.
Al menos podrían cumplir con la Cuota de Pantalla que exige la Ley de Cine y exhibir películas nacionales. Pero no hay autoridad que se ocupe de hacer cumplir la norma.
Michell Zelada Cabrera
Periodista de Los Tiempos
Columnas de MICHEL ZELADA CABRERA