El triste destino de dos propuestas electorales
En el curso de los últimos meses tuve la oportunidad de presentar dos propuestas idénticas a los candidatos presidenciales Carlos Mesa y Oscar Ortiz. Los dos me escucharon con suma cortesía. Veamos las dos propuestas para después observar las reacciones de cada candidato a cada propuesta.
La primera propuesta consiste en montar un sistema independiente del recuento de la votación del 20 de octubre. La segunda consiste en evitar que el MAS vuelva a tener 2/3 en la Asamblea Legislativa dividiendo los 70 curules uninominales entre los candidatos de oposición.
Sobran razones para pensar que el recuento de votos a cargo del actual órgano electoral no será confiable. Todos los candidatos que son opositores de verdad tienen un interés directo en invertir su tiempo, su dinero, su capacidad organizativa y sus dotes de liderazgo para garantizar que sus propios votos no terminen contabilizados para el MAS. Dada la enormidad práctica de esta tarea, todo lo que hagan los candidatos y los partidos tampoco será suficiente. Es absolutamente imprescindible que actores tan diversos como las plataformas ciudadanas, las iglesias, los comités cívicos, los comités de defensa de la democracia, las ONGs y los medios de comunicación independientes coordinen esfuerzos entre sí, con los candidatos y con los partidos de oposición. Solo quedan cuatro meses hasta el 20 de octubre para lograr este objetivo y no se percibe ningún esfuerzo unitario en este sentido.
La segunda propuesta es más difícil de explicar y justificar. Si en cada uno de los 70 distritos uninominales los 7 u 8 partidos opositores acreditados para participar en estas elecciones presentan candidatos propios, es prácticamente seguro que los candidatos o candidatas presentados por el MAS serán elegidos en la mayoría de estos 70 distritos. De ser así la división de la oposición garantizará que el MAS vuelva a tener 2/3 en la Cámara de Diputados, conformada por 130 miembros, así como en la Asamblea Plurinacional. El MAS seguirá siendo dueño y señor del país, tapando el carácter cada vez más dictatorial y corrupto de su régimen con una vestimenta sea democrática, sea socialista o comunista, de acuerdo a su conveniencia.
Lo mínimo que debería hacer una oposición responsable es ponerse de acuerdo para presentar y respaldar a un solo candidato en cada uno de los 70 distritos uninominales. Se pueden dividir los 70 distritos entre 7 candidaturas (dejando de lado la del renunciado Paz Zamora), lo que permite asignar 10 distritos uninominales seguros a cada candidatura. Esto siempre y cuando cada partido elija candidatos que una mayoría de los electores considere respetables. Según el Calendario Electoral, la fecha límite para la inscripción de candidaturas a senadores y diputados (tanto uninominales como plurinominales) vence en un mes, el viernes 19 de julio de 2019.
En un conversatorio del año pasado en la Universidad Católica de Cochabamba Carlos Mesa recibió con buenos ojos esta propuesta. Tuvo la gentileza de explicarla al público con mayor claridad que la que yo tuve al proponerla en ese acto. En un acto reciente del CERES en Cochabamba Oscar Ortiz me contestó que necesitaba ofrecer las 70 candidaturas a sus partidarios. Dijo que ofrecer candidaturas sirve para que trabajen a su favor en los distritos uninominales. Muy amablemente descartó mi propuesta.
La más reciente declaración de Carlos Mesa sobre este tema se puede escuchar en la entrevista que le hizo Fernando del Rincón el 11 de junio de 2019 en el programa Los Protagonistas de CNN en Español. Con la elocuencia que lo caracteriza Mesa dijo lo siguiente:
“El proceso posterior a las primarias genera una pregunta también sobre el futuro en torno a la construcción de candidaturas de senadores y diputados que tienen que ver con las siglas que cada parte representa. Yo no creo que haya que descartar completamente la lógica de la unidad pero hay que entender el contexto, y hay que entender también cuáles son las opciones reales de voto de quienes estamos compitiendo, y creemos nosotros representar una parte muy significativa del electorado que puede derrotar al Presidente Morales.” (youtube.com/watch?v=dSwspZu2TbM, minuto 9.25).
Ante las posiciones de los dos principales candidatos opositores sobre este tema, conviene recordar las durísimas declaraciones del Vicepresidente Álvaro García Linera sobre la unidad de la oposición: “Si ni siquiera en la adversidad, en algo tan simple se unen, qué será eventualmente cuando estén en el Gobierno y deban tomar una decisión en torno al tema del litio o de las carreteras: se van a sacar los ojos como lo hacían antes.” Todos nos preguntamos: ¿será que los opositores merecerán esta bofetada antes y después del 20 de octubre?
Sobre los 2/3 en la Asamblea García Linera es todavía más drástico: “Una clave son los dos tercios de la Asamblea. Eso posibilita que el MAS elija autoridades judiciales, autoridades electorales, y pueden poner a quien quieren en determinado lugar para tener control de quienes dirigen otros poderes.” Nos lo dice como si no supiéramos hace rato que con los 2/3 el MAS ha montado y controla un órgano electoral que está totalmente al servicio de los candidatos oficiales.
El Vice cierra esta entrevista de El Deber de 08/12/2018 con una severa advertencia: “Estoy seguro de que el proyecto del MAS es insuperable, al menos en el siguiente quinquenio. No tiene competencia por ahora. Lo que harán los opositores es ver cómo adecuarse.” Más claro agua. Sin la voluntad política y el desprendimiento de todos los candidatos de oposición tendremos que aprender a vivir con el testamento bajo el brazo.
El autor practica análisis de ideas.
www.walterguevaraanaya.com
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