Evo y Tellería ya salieron en la foto. ¿Harán algo?
El encuentro Evo- Tellería fue motivo de grandes titulares no sólo porque la reunión antes de la crisis municipal en Cochabamba, desatada en abril de 2018, parecía casi imposible entre el líder del oficialismo y un alcalde suplente de la oposición; sino porque la gestión está en su recta final y difícilmente se ejecutarán proyectos de impacto.
La primera y última vez que Evo y el alcalde electo José María Leyes coincidieron fue en la inauguración del parque de aguas danzantes, en 2015, pero el encuentro derivó más en una pugna que una intención de trabajar por la ciudad.
Evo interpeló al Alcalde: “Yo sólo quiero decir que cuando hay un problema, magnifica, hace política. El Alcalde no dice que las aguas danzantes son un proyecto de Castellanos y (por el contrario) hace campaña y publicidad, eso es lo peor, eso es tener doble discurso”.
¿Qué pasó para que tres años después Evo y el suplente de Leyes, Tellería, abrieran una nueva etapa en la relación municipio-Gobierno, más quebrada desde la detención de Leyes por el caso Mochilas?
Ni siquiera cuando Cochabamba fue anfitriona de los XI Juegos Suramericanos las autoridades se unieron, aunque cada una invirtió 300 y 825 millones de bolivianos. Tampoco en los actos de la efeméride departamental. De hecho, desde 2015, la Alcaldía, la Gobernación y la Asamblea festejan por separado; el presidente Evo Morales sólo va a los actos del oficialismo.
Después de años de distanciamiento, ¿será que se puede confiar en que harán algo para que la ciudad salga de su retroceso? ¿De verdad buscarán un sitio alternativo para el nuevo botadero, harán que al agua de Misicuni llegue al sur, frenarán a los loteadores que depredan el Tunari y pondrán en marcha al menos las cámaras que la ciudad adquirió con un presupuesto millonario? Ojalá la foto ayude y que la siguiente sea con hechos; no sólo con palabras.
Macroeditora de la sección Metropolitana
Columnas de KATIUSKA VÁSQUEZ