Riesgo de una investidura fallida
La política española sigue un derrotero previsto hace poco más de dos años, cuando el tradicional “bipartidismo” empezó a ser reemplazado por un novísimo “multipartidismo”. La dispersión del voto propia de este nuevo escenario erige una barrera insalvable para que alguna de las formaciones políticas consiga en el Congreso de los Diputados la mayoría absoluta –175 escaños– requerida para gobernar en solitario. Esta es la situación en que se encuentra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) –ganador en las recientes elecciones generales– en su intento de conseguir que su Secretario General, Pedro Sánchez, sea investido, por el Congreso de los Diputados, como Presidente de Gobierno.
Ante las dificultades para armar una coalición, tanto de investidura como de gobierno, no faltan las voces que reclaman un creciente esfuerzo de negociación, en especial entre el PSOE y Unidas-Podemos, formación de izquierda liderada por Pablo Iglesias que, se presume, está más cercana al primero. Por ejemplo, un grupo de 12 intelectuales –entre los que figuran personas de la talla de Fernando Savater y Félix Ovejero– ha publicado un “manifiesto” llamando a insistir en el logro de entendimiento, pero sin “alcanzar acuerdos, por activa o por pasiva, con los populismos y los nacionalismos identitarios y secesionistas”.
Por otro lado, en un diálogo televisado, los expresidentes Felipe González y José María Aznar, coincidieron en hacer un reclamo para lograr entendimientos eficaces entre los grupos políticos concernidos. “Los bloques no buscan el centro –dijo el líder del PSOE– sino el antagonismo”. A su turno, el líder del PP subraya que la “pérdida de centralidad es un problema muy grave”. En concordancia con estas apreciaciones, según una última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo uno de cada cinco españoles (el 20,2%) prefiere que el PSOE gobierne en solitario, con apoyos puntuales de otros partidos.
Las sesiones para discutir y votar la investidura de Pedro Sánchez se abrirán con posiciones duras que ponen en riesgo este intento. Los opositores partidos de centro derecha, Partido Popular (PP) y Ciudadanos, han reiterado que votarán en contra. El líder de la formación Unidas-Podemos insinúa un posible voto negativo en caso de que el PSOE no acepte formar una coalición de gobierno con puestos para su formación en el gabinete ministerial. Por último, los partidos regionales se mantienen a la espera de lo que hagan los otros. Para ganar la investidura, Sánchez necesita sumar a los votos de su partido los de Unidas-Podemos y de algunos partidos regionales. Si la investidura falla, la única opción a la vista es disolver la legislatura y convocar a nuevas elecciones. Sin embargo, según recientes sondeos el resultado de estas no cambiaría en forma sustantiva la actual proporción de las fuerzas políticas, aunque sí reforzaría ligeramente el “bipartidismo” al favorecer, sobre todo, al PSOE.
El autor es exviceministro de Relaciones Exteriores
Columnas de ALBERTO ZELADA CASTEDO