Si bloquean a China
Existe la posibilidad de que China deje de exportar a Estados Unidos metales procedentes de las denominadas “tierras raras”, así como los componentes electrónicos que se hacen que con estas substancias. De ocurrir tal cosa, sería casi inevitable que EEUU declarase la guerra a China.
Es plausible que, conformándose China con no importar nada de EEUU y con exportar a este país sólo componentes de las tierras raras en forma de productos manufacturados, podría evitarse una guerra. En mi opinión, esta opción, aparentemente derrotista, es la que conviene a China, porque evitaría los albures de una guerra naval.
En el caso de cerrarse completamente la venta de metales de tierra raras chinas a EEUU, este país pasaría a la guerra naval. No es de pensarse que atacaría directamente al territorio chino, porque con ello la flota americana se expondría a los cohetes chinos bien capaces de hundir portaaviones. La marina americana se mantendría a distancia, procurando contener o en su caso combatir a los barcos de guerra chinos que se aventurasen lejos de sus costas. Por otra parte, la guerra submarina podría tener varias facetas, con peligros para ambos bandos.
El bloqueo naval significaría para China carestía de comercio internacional y de materias primas, pero sería aún peor para EEUU por falta de metales de tierras raras.
Bloqueada por mar, China tendría recursos comerciales. En primer lugar, desde fines de este año 2019 recibirá enormes cantidades de gas ruso. Eso reemplazará parcialmente al carbón consumido en China y se purificará el aire de sus ciudades. En caso de bloqueo, los autos chinos tendrán que reemplazar la gasolina por gas. La falta de metales se haría sentir en las industrias chinas. El grueso del comercio chino tendría que hacerse por los ferrocarriles que discurren por Asia central; pasaría por Rusia y así llegaría a Europa. Ya el gobierno alemán ha declarado que no piensa pasarse sin comerciar con China, opinión que discretamente comparten los demás países europeos. En el caso de Alemania, a cambio de la miríada de productos dependientes de las tierras raras, seguiría vendiendo a China maquinarias de precisión.
En breve, China puede aguantar el boicot, mientras que EEUU vería su forma de vida severamente limitada por la falta de acceso directo a los metales de las tierras raras. Podría comprarlos en forma de productos manufacturados chinos, pero eso sería casi como de contrabando de terceros países. Ya el gobierno chino ha declarado formalmente que en caso de boicot comercial a EEUU, vendería a los demás países productos manufacturados con tierras raras conforme a las necesidades de éstos.
Sin los productos chinos, EEUU seguiría funcionando, volviendo a tecnologías de antaño. En vez de focos de luz “lead”, usarían tubos de mercurio y focos a la antigua; en vez de televisores modernos los tubos de antaño. Los autos siguen siendo buenos sin cerebro en forma de chip. Al fin de cuentas, en las dos guerras mundiales Alemania sobrevivió sin importaciones ultramarinas. No se bebió café, pero sí un “ersatz”, un substituto de cebada tostada. Muchas cosas fueron ersatz, pero los cañones no podían durar como aquellos hechos con aleaciones de metales importados. Sin suficiente petróleo ni tungsteno, Alemania perdió las guerras. Sin cobalto, los motores a reacción que hizo la BMW para los aviones Messerschmitt-262 fueron un fracaso, porque consumían demasiado combustible, que era escaso en la aviación alemana, lo que limitaba a 20 minutos de vuelo, además que lo motores no duraban más de un centenar de horas de vuelo.
Aunque sobreviviría, con tal guerra con China los Estados Unidos perdería ese margen ventajoso que ha tenido en relación a otros países. Sic transit gloria; así pasa la gloria.
El autor es escritor
Columnas de BERNARDO ELLEFSEN