Suministro de gas natural al Brasil segunda época
Durante los últimos 20 años hemos provisto de gas natural a Brasil mediante un contrato de compra y venta (GSA) entre YPFB y Petrobras (PB) que ha fenecido. Como uno de los resultados de esa operación, el gas natural se ha incorporado definitivamente en la matriz energética de ambos países. Más aún, es insustituible en el sudeste brasileño y los ingresos por exportación de gas son de mucha importancia para el Estado boliviano.
El GSA ha concluido y YPFB continúa entregando gas a PB. Nuestras autoridades no informan bajo qué modalidad legal se lo está haciendo. Recordemos que a principios del presente año, el silencio de YPFB fue aclarado con el pago de 130 millones de dólares de multa a PB.
PB, mediante convenio con el Consejo de Administración de Defensa Económica (CADE) de su país, se ha comprometido a vender, mediante licitación, su parte del gasoducto Bolivia – Brasil (Corumba – Porto Alegre), además de vender su participación en las compañías estaduales distribuidoras de gas. El gobierno brasileño estima que con esas medidas desaparecerá el monopolio de PB, participarán nuevas empresas creando más fuentes de trabajo y, sobre todo, bajará sustancialmente el precio del gas al consumidor, y estima que las compañías gasíferas de los estados adquirirán de Bolivia alrededor de 15 a 20 MMm3 de gas por día.
A esa nueva situación no hay una respuesta completa por parte de nuestras autoridades, pero han anticipado que YPFB participará en la licitación del tramo del gasoducto Bolivia – Brasil “para lograr mayores mercados”. Posiblemente no sea factible. Parecería que nuestras autoridades no han comprendido que la liberación de activos a la que se ha obligado a PB está dirigida a suprimir cualquier monopolio de productor y transportador de gas.
La limitación que un productor no puede ser transportador de gas al mismo tiempo es una de las reglas básicas de regulación en el sector para hacerlo accesible a mayor participación. No se debe perder de vista que lo elemental es que los mercados promueven ductos y no a la inversa, como se cree que se lograría teniendo intereses en ese gasoducto de importación.
Además, en nuestro caso particular, PB es dueña del 12% del gasoducto Bolivia – Brasil en el tramo boliviano (Río Grande – Mutún) y YPFB del 12% en el tramo brasileño. Esta situación tendrá que ser aclarada para la licitación del gasoducto por PB.
La otra dificultad con la que se tropezará en la provisión de gas a compañías gasíferas en los estados brasileños es el precio del gas.
La imagen de PB está muy disminuida por las gigantescas estafas que se han hecho a su nombre y ha dado lugar a que exista una corriente en contra la participación de PB en la provisión de gas natural al consumidor por los altos precios que cobraba. Por lo anterior, el negociar precios con los estados brasileños será dificultoso. Se aclara que el precio del gas boliviano en la frontera no ha sido fruto de una especulación o alguna maniobra financiera sospechosa con PB.
Al inicio de la operación en el GSA se convino en una fórmula y no un precio. El gas boliviano era adquirido fundamentalmente para desplazar el fuel oil que contaminaba fuertemente el ambiente en Brasil. Por esta razón, el precio de inicio fue de dólares 0,90/MMBTU, que ha sido recalculado cada tres meses por el comportamiento del precio del fuel oil. El precio del fuel oil lo determina el precio del petróleo.
Como se estaba con una corriente alcista de precios del petróleo, los precios del gas también fueron subiendo. Cuando cayó el precio del petróleo, en 2016, también cayó el precio del gas.
Es un error el comparar el precio al consumidor con los precios que se tienen en los “hubs” de Estados Unidos, Europa y Asia. El consumidor en esas diferentes partes del mundo paga por el transporte y otras comisiones, y llega a los precios del gas que hemos tenido en nuestra frontera.
En esta forma, PB ha sido productor en Bolivia, importador en la frontera y transportista de gas en su país, y fijaba los precios a través de las compañías estaduales distribuidoras en las que participaba.
Por todo lo anterior, probablemente el mercado brasileño, para nuestro gas natural, será de 15 a 20 MMm3/d y no por largos plazos.
Finalmente, llamó la atención que en su última visita a Moscú nuestro Primer Mandatario llegó a acuerdos, con la afirma rusa Acron, de conformar una compañía comercializadora de úrea e, inclusive, ser partícipe de la planta de Tres Lagunas (Brasil), que construirá dicha firma, y se ha comprometido que se le proveerá 2MMm3/d de gas, por 20 años, a partir de 2023.
Indudablemente, Acron es una compañía líder en el mundo en fertilizantes nitrogenados. Es una lástima que no se buscó una relación como esa para la planta de Bulo Bulo. Observadores bien informados comentan que Acron está dispuesta a lograr arreglos con el gobierno nacional que no sean influenciados por la federación de cocaleros del Chapare.
El autor es ingeniero petrolero y analista energético.
Columnas de CARLOS MIRANDA PACHECO