Urkupiña: ¿Qué pedirá la “mamita” a sus fieles?
¿Qué pasaría si en lugar de hacer milagros para sus devotos, la Virgen de Urkupiña, la “mamita”, pidiese a sus fieles que la ayuden a lograr algunos para ella?
Quizá solicitaría que salgan de su templo todos los que aparentan ser sus creyentes, sobre todo cuando las cámaras están puestas en la festividad. Claro, luego, rezaría para que su pueblo tenga autoridades honestas y que la corrupción quede enterrada.
Pero, como encontrar autoridades probas por la infinidad de escándalos que se han destapado en el Gobierno Municipal parece necesitar de todo un milagro, probablemente, la patrona de la integración pediría el auxilio de todos los santos y demás divinidades.
También pediría a sus creyentes que el propósito de su caminata al Calvario sea, por esta vez, distinta a las habituales solicitudes personales de salud, trabajo, bienestar, fortuna, prosperidad, casas, autos, viajes y títulos. La “mamita”, tal vez, se animaría a dejar por un momento su sitial en el templo de San Ildefonso, que tardó 40 años en construirse, para peregrinar junto con sus fieles hacía en santuario en el cerro de Cota, donde, según la tradición, se le apareció a una humilde pastorcita, para que Quillacollo tenga un mejor derrotero.
Además, apelaría a la fe de sus devotos para que llenen su capilla de velas y pidan por todos los que viven en Quillacollo, en su mayoría nuevos migrantes que están en barrios olvidados, sin servicios, inseguros y donde se hallan historias tan desgarradoras como las de Ismael, el niño de nueve años que fue flagelado, vejado y martirizado por su familia…hasta que escapó.
A los que vienen de lejos, como Santa Cruz, Argentina, España y otros destinos para demostrarle su fe, la “mamita” les rogaría que sigan compartiendo su devoción y que no se lleven la mala imagen que se esmeran en mostrar los anfitriones. Es obvio que muchas cosas que la Virgen pediría a los fieles son difíciles de hacerse realidad, pero si ellos lo intentaran al menos se daría un paso.
Macroeditora de la sección. Metropolitana de Los Tiempos
Más artículos sobre el mismo tema:
Discusiones absurdas María Julia Osorio
Quillacollo, venta de puestos y diezmos Gabriela Canedo V.
Columnas de KATIUSKA VÁSQUEZ