“Traje de periodista”
“Asistencia: traje formal”, “Hombres: traje y corbata. Mujeres: traje de cóctel”, es la advertencia que de vez en cuando colocan las organizaciones y empresas en las invitaciones que nos hacen llegar. Claro, quieren darle tanto realce a su evento nocturno que hasta los periodistas tenemos que ir bien bañaditos, perfumaditos y empilchaditos.
Alguna de las secretarias que se dignó llamarnos para confirmar asistencia recibió la cachetada virtual de mi colega: “Lo siento, corazón, no podemos ir a cubrir su evento. No tengo ropa formal. Estoy trabajando y no puedo volver a mi casa y regresar”. Entonces, vienen las disculpas, que eso del traje formal era sólo una sugerencia, que no es obligatorio, que no se ofendan, por favor. Pero vengan (a cubrir el evento, por supuesto).
De otro lado, me enteré de la discusión de un empresario con su equipo de comunicación. El gerente exigía que se obligara a los periodistas a asistir trajeados al acto de aniversario. Su comunicador, que ya algo de experiencia tenía, le explicaba que los periodistas no eran empleados de la empresa, que tenían su propia agenda e irían con su ropa de trabajo. El gerente se enojó alegando que los periodistas vienen como sea, que hacen quedar mal. “Entonces, no invites periodistas, pues”, respondió el comunicador.
Es que estamos todo el día en la calle, del bloqueo a la conferencia de prensa, de allí al incendio, al conflicto en Albarrancho, a la oficina, al cóctel de los empresarios…
Yo, a veces, me siento con ganas de ir en calzoncillos a esos eventos (no lo tomen de forma literal, por favor).
Editor del Observador Económico de Los Tiempos
Columnas de LUIS FERNANDO AVENDAÑO