Decreto reaccionario
Como es de público conocimiento, mediante el Decreto Supremo 3973 se ha autorizado la desforestación de 45.000 kilómetros cuadrados en los departamentos de Santa Cruz y Beni. En un artículo anterior ya señalé el carácter neocolonial e imperialista de esta política económica; ahora me abocaré a algo positivo: por qué no se requiere de esa desforestación.
En Santa Cruz se destina 23.000 kilómetros cuadrados de tierras para la agricultura; eso es un montón de tierra cultivable en relación a la población nacional. Veamos qué pasa en Holanda.
Holanda tiene una superficie territorial de 41.500 kilómetros cuadrados, de los cuales el 18% son superficies acuáticas: luego hay que restar las áreas urbanizadas. Descontando todas las superficies no empleadas en agropecuaria, se tendrá unos miles de kilómetros cuadrados más que los empleados en Santa Cruz en agricultura. Indudablemente, la agricultura holandesa se halla respaldada por un máximo grado de mecanización y tecnificación, conforme a los medios actuales. Además, el manejo de aguas en ese país les permite a los holandeses estar protegidos de posibles sequías. Finalmente, los holandeses tienen medidas legales para fomentar la producción; por ejemplo, está prohibida la venta de semillas si no es de instituciones autorizadas, de manera que se emplea semillas que den plantas de óptima producción. La excepción es cuando un campesino vende sus semillas a un vecino.
Resulta que Holanda cultiva una treintena de miles de kilómetros cuadrados de tierra, algo más que la que se destina en Santa Cruz a la agricultura, y con esta cantidad consigue alimentar bien a su gente, unos 17 millones de personas, y además (esto parece increíble) consigue ser el segundo exportador de alimentos del mundo, considerando su valor económico y no su tonelaje. Sólo Estados Unidos exporta alimentos por mayor valor.
Cuesta creer, pero Holanda exporta más alimentos de Brasil o Argentina en cuanto a su valor económico. Holanda exporta manzanas, chiles, tomates. Sus puros, que se consiguen en nuestro país, son los mejores del mundo. Y naturalmente, exporta productos lácteos, como son sus quesos. Holanda tiene cosa de 4 millones de vacunos, con óptima productividad, de los que un millón y medio es lechero.
Entonces tenemos que, los 23.000 kilómetros cuadrados que se cultivan en Santa Cruz, son bien suficientes para alimentar a la población boliviana, exportar en cantidad y además alimentar ganado con forrajes. Debe buscarse la optimización, con mentalidad del siglo XX, y no desforestaciones y empleo de grandes pasturas en lugar de tener forrajes apropiados. Breve, el Decreto Supremo 3973 es reaccionario.
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