Una lujosa y costosa cama
Se deslizó en los medios de comunicación, el gasto millonario del mobiliario de la denominada Casa del Pueblo en la compra de muy lujosos y suntuosos muebles. Pero el gasto que más llamó la atención fue el de la cama con un costo de Bs. 21.000 equivalente a 3.000 dólares, lujo que seguro ningún boliviano lo tiene, pues sería un derroche de dinero en un mueble tan común para cualquier mortal.
Me viene a la memoria la cama de Maximiliano personaje que al ocupar Méjico las tropas francesas de Napoleón III , fue designado emperador, y construyó su palacio en la cima de un cerro muy visitado hoy en día por cientos de turistas. Allí llama la atención su dormitorio con una imponente e inmensa cama cubierta por un techo del cual penden delicados tules, La dimensión de la cama hace pensar que Maximiliano dormía con su caballo más, bestia noble con la cual recorría Méjico.
Ahora bien, de la faustosa y valiosa cama de la Casa del Pueblo, en la cual duerme nuestro presidente no sabemos cuál es su dimensión, pero si fuera como la de Maximiliano, no creo que pueda entrar su helicóptero con el cual recorre Bolivia. Al margen de ello, una cama con el precio que se dijo, 3.000 dólares, en alguna medida tiene la obligación de dar un plácido, sano y cómodo sueño al que la usa; pues sería desastroso tener una cama de ese costo y que a su dueño le dé insomnio, revolcarse de un lado al otro toda la noche hasta el amanecer , con una negativa de Morfeo de recibirlo en sus brazos; ciertamente viene a ser un derroche de dinero y en absoluto nada grato. Una cama de ese precio tiene que tener la garantía de dar, al que la usa, un sueño plácido y lánguido y, de suceder lo contrario, merece la devolución inmediata de ese mueble al que la vendió más el resarcimiento del daño recibido.
Bueno, también en justicia, el beneficio tiene que ser recíproco, pues una cama que sea consciente de su precio tiene el derecho de recibir el uso para el cual fue construida. En el caso nuestro, el presidente Morales se las pasa viajando constantemente, con todo motivo ya sea entregando obras u obritas , inauguraciones, encuentros de fútbol, posesión de presidentes de otros países y a cuanto encuentro internacional haya; por supuesto que esa cama tiene que sentirse inservible, despreciada y solitaria.
Suficientes motivos para vivir en depresión rogando a diario ser vendida, subastada o regalada a cualquier otro ser viviente. Ahora bien, en el supuesto de que entre la lujosa cama y el magnate que la posee tengan una armonía completa con el uso diario de la cama y el sueño placentero armonioso y reparador del poseedor estrechado en los brazos de Morfeo ; pero el desastre de su dueño sería que su sueño sea interrumpido con una terrible pesadilla , llena de infinitas amarguras y agonías..
Una cosa semejante será para nuestro Presidente que cuando no tenga que viajar y se vea obligado a dormir en el lujoso dormitorio, su costosa cama le provoque una terrible, desastrosa cruel e inhumana pesadilla en la que se sueñe que fue derrotado en las elecciones generales del 20 de octubre venidero y que debe abandonar el Gobierno; no quisiéramos pensar cuál será el destino y fin de esa desdichada cama que no tuvo culpa alguna de tener un abultado precio.
El autor es abogado
Columnas de RAFAEL G. JULIO QUIROGA