Cuestionamientos al sistema tributario
Últimamente a través de los medios de comunicación, muy coincidente con los cercanos comicios electorales, son recurrentes las críticas que se hacen contra el sistema tributario boliviano, en base a ya desgastadas y erróneas publicaciones que son usadas de manera repetitiva sin comprobar realmente lo que afirman.
Al respecto, es oportuno hacer notar que el sistema tributario otorga también incentivos y ventajas, lo que nos lleva a reflexionar en esta oportunidad, sobre el grado de aprovechamiento de las mismas por el sector empresarial, que si son bien utilizados, pueden contribuir a su desarrollo, como claro ejemplo de esto es las zonas francas.
Las Zonas Francas, son áreas delimitadas que funcionan bajo el principio de segregación aduanera y fiscal, es decir que no pagan impuestos, como ser: Gravamen Arancelario - GA, Impuesto al Valor Agregado - IVA; Impuesto a los Consumos Específicos – ICE.
Esta segregación aduanera y fiscal tiene como objetivo ser un incentivo para el desarrollo productivo industrial, promoviendo la generación de empleo, desarrollo tecnológico y la captación de inversiones; no obstante, a pesar de estas ventajas, la actitud de los empresarios ante dichos beneficios fue simplemente mal utilizar las zonas francas como almacenes para sus productos, dándoles un carácter simplemente comercial, por tanto dejaron de lado hasta la fecha el desarrollo del sector industrial.
Cabe resaltar, que el nuevo Reglamento del Régimen Especial de Zonas Francas, establecido en la gestión 2016, buscó dar un nuevo impulso para priorizar y favorecer las actividades en las Zonas Francas Industriales y la concesión de las mismas, añadiendo a este tipo de recintos mayores ventajas como ser: 15 años de concesión, posibilidad de venta de terrenos, habilitación de ensamblaje de vehículos, entre otros.
Ante mayores ventajas, uno pensaría que las mismas serian ampliamente aprovechadas; sin embargo, en la actualidad se cuenta sólo con cuatro (4) usuarios industriales en todo el territorio nacional, lo cual denota claramente que el sector empresarial no ha realizado el aprovechamiento de lo que conlleva este beneficio, desperdiciando una gran oportunidad para el desarrollo productivo industrial.
Por lo señalado, si bien es legítimo protestar y criticar cuando uno se cree afectado, como hace el sector empresarial contra el sistema tributario, es importante reflexionar y hacer un mea culpa sobre las oportunidades y ventajas que el sector desaprovecha.
El autor es economista
Columnas de FERNANDO PINAYA LEDEZMA