A propósito del cerco presidencial
ARIEL ANTEZANA
El “brillante” Jefe de Estado boliviano ha amenazado con cercar las ciudades si sigue el paro ciudadano reclamando la democracia. ¡Muchas gracias, señor Presidente, muchísimas gracias!
En muchas reuniones en las que he estado opinando, escuchando, proponiendo y pensando durante los últimos siete días, en todas, en todas nos hemos estado rompiendo el coco pensando cómo paralizamos el país, si parece que el apoyo del campo se hace esperar.
¡Y llegó la solución, llegó la salvación de quien menos pensábamos! ¡Bloqueen la ciudad, calles y avenidas nos dijo, yo me ocupo del campo, carreteras y caminos!
¡Y no voy a levantar el cerco mientras ustedes no levanten los bloqueos!
¡Perfecto carajo! ¡Perfecto! Entonces ¡que se pare todo!, que se paren la banca, el comercio, los mercados, los impuestos, el transporte local, interprovincial, interdepartamental e internacional. Y en una semana, cuando el ama de casa o el marido mandilón no tengan abastecimiento y le reclamen a la case del mercado, la case del mercado contra quién va a putear?
Sí, señor Presidente, lo nuestro es nada a comparación de lo que nos ofrece, ¡y lo aceptamos! Pero tiene que ser un trato de caballeros, gran Jefe del Sur. No pueden levantar su bloqueo y cerco mientras nosotros no levantemos los bloqueos en las ciudades.
Y espero, espero de todo corazón que usted esté consciente de cuándo levantaremos los bloqueos… ¿sabe usted cuándo levantaremos los bloqueos en las ciudades para que así ustedes levanten el cerco a las ciudades, compañero? Arranquemos el lunes, mi Presi, y fuerza todos con los bloqueos. No se olvide de que sólo una palabra suya nos va a dar paz, nos hará levantar los bloqueos en las ciudades y por lo tanto levantar el cerco que su gente va a hacer.
El autor es Director de El Fin del Silencio, gestor cultural
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