Quién sería el mejor presidente interino
El presidente interino que se hará cargo de la transición tiene que ser alguien capaz de derrotar la feroz estrategia opositora de Evo y Álvaro. No cabe duda que ellos van a poner todos los obstáculos posibles para impedir el desempeño de cualquier gobierno que no sea el de ellos mismos.
Sus cartas obligadas de “renuncia” contienen un llamado abierto a la resistencia y a la retoma del poder por las buenas o por las malas. Han hecho fraude y lo han negado descaradamente aun después de haber sido comprobado por dos informes de expertos internacionales. Su idea de la democracia no es otra cosa que la Evocracia. No tienen la menor intención de asumir el papel de una oposición democrática.
El Senado por su parte tiene la tarea de elegir su propio Presidente o Presidenta en reemplazo de la renunciante ex Presidenta Adriana Salvatierra. Después de la renuncia del Primer Vicepresidente del Senado, la Segunda Vicepresidenta del Senado Jeanine Añez es quien debe presidir las sesiones y dirigir las deliberaciones del Senado.
No es necesaria ninguna votación para que Jeanine Añez asuma ese cargo. Lo asume como Segunda Vicepresidenta, no como Presidenta Electa del Senado. La sucesión constitucional a la Presidencia Interina le toca al próximo Presidente electo del Senado. Cualquier Senador o Senadora puede postular a ese cargo.
No va a ser nada fácil defender la verdadera democracia contra enemigos tan hábiles y tan inescrupulosos como Evo y Álvaro, que han expresado su intención de hacer una oposición enguerrillada y nada democrática. Se necesita un político que los conoce muy bien. Alguien que sabe cómo contrarrestar sus trucos y mentiras. Alguien de comprobada capacidad política.
De todos los Senadores el que mejor reúne esas condiciones es Óscar Ortiz. Ha compartido por muchos años el nido de víboras del Senado con un montón de masistas. Ha hecho denuncias valientes y muy bien documentadas contra la corrupción.
No es un óbice el hecho de que no le fue muy bien el pasado 20 de octubre. Por ahora no le conviene ser candidato en las próximas elecciones presidenciales. Tiene que interponer algunos éxitos en su camino para borrar esa experiencia. Un exitoso interinato lo habilita para ser un gran candidato a la Presidencia el 2025.
Columnas de WALTER GUEVARA ANAYA