En Latinoamérica la gente joven ya no soporta
El mundo está conectado más que nunca y en Latinoamérica las redes sociales, la Internet y la televisión internacional, fuera del mayor movimiento de personas entre países, viene generando un gran flujo de información que entre otras cosas muestra mejor que nunca la desigualdad social y económica entre los ranciamente pudientes y detentores del poder político y económico, que no escatiman esfuerzos ni medios para perpetuarse en el poder sea éste de izquierda o de derecha, y las inmensas mayorías que tienen poco de todo… menos, hoy por hoy, paciencia.
Las mayorías informadas y aptas no están dispuestas a continuar soportando el cuestionable statu quo político-económico. Un ejemplo es el tosco fraude perpetrado por el gobierno boliviano de izquierda en las elecciones del 20 de octubre pasado. Los jóvenes bolivianos, diestros en cibernética, lo descubrieron ipso facto. Lo corroboró la OEA, al punto de que el gobierno engañoso tuvo que marcharse no sin antes causar sangre y dolor con premeditación, alevosía y desde luego ventaja, excepto que no contó con que los comités cívicos y sus muchedumbres, las fuerzas del orden y el Ejército decidieron defender la Constitución al ponérseles en el camino para… correrlos.
Los pueblos de América Latina están reaccionando sin importar, insisto, que el gobierno sea de izquierda o de derecha. La gente está cansada de la austeridad y el chanchullo. En Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia la frustración ha llegado a mayores, con destrucción y muerte. Va causando resentimientos sordos en Cuba, y manifestaciones violentas que han convulsionado instituciones en otras latitudes, al punto de mostrar las cosas, con variados grados de consternación, por haber infravalorado las repetidas señales colectivas de que la falta de equidad sobre todo económica, política y judicial debe reformarse. La inmoralidad de gobernantes es capítulo aparte.
La convulsión no vista en décadas en Chile ha alterado la agenda política del presidente Piñera, a los 18 meses de haber tomado el mando, que incluía la expansión del plan privado de jubilaciones, la reducción de impuestos de los pudientes y mejoras en la lucha contra el crimen. Acaso viendo lo ocurrido en Perú, Ecuador, Chile y Bolivia explotó Colombia donde sindicatos y estudiantes se manifiestan violentamente y tienen extensos pliegos petitorios que están poniendo en apuros al presidente Iván Duque. Acaso lo acontecido en un país haya influido en otro. La pregunta es dónde se producirá el próximo. Hasta la fecha, México, Argentina y Brasil no se han “contagiado” pero el riesgo está latente sobre todo con la violencia de los carteles de la droga en México, el ascenso del peronismo en Argentina y la quema de bosques en Brasil, además del cuarto intermedio otorgado a Lula da Silva.
En Argentina, el presidente electo Alberto Fernández ha prometido gastar para disminuir la desigualdad pero con un erario vacío es difícil concebir cómo lo logrará… lo que puede causar reacciones.
En México, el presidente López Obrador pregona “abrazos en vez de balazos” para con los cárteles de la droga que, de paso, observan cómo alista una guardia nacional de 60.000 hombres para combatirlos.
Mientras tanto, la violencia arrecia. En Brasil las protestas masivas emergen de la noche a la mañana por cuestiones como un alza en los pasajes del transporte público. Bolsonaro ha dicho que recurrirá al Ejército si hay desórdenes. Hasta cerraría el Congreso. En estos tres países no estaría mal prevenir, que siempre es mejor que curar.
El autor es miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua
jvordenes.wordpress.com
Columnas de JORGE V. ORDENES-LAVADENZ