Contaminación del río Rocha y la laguna Alalay
DANILO PAZ BALLIVIÁN
En el departamento de Cochabamba, y particularmente en el área metropolitana, las condiciones medioambientales son catastróficas y no parecen tener una solución ni siquiera a largo plazo, todo va en contra de la naturaleza y el desarrollo sostenible. Sistemáticamente la mancha urbana va liquidando el uso de la tierra agropecuaria y forestal del valle (sobre todo central y bajo), nada menos que en los suelos más ricos de Bolivia, que según el científico Ismael Montes de Oca podría haber “garantizado la soberanía alimentaria de una población de más de 10.000.000 de habitantes”, es decir, de toda la población actual de Bolivia.
Por más de medio siglo, Cochabamba esperó para construir el Proyecto Misicuni y, cuando cuenta con uno de los reservorios más grandes de agua del país, las tierras posibles de riego se han reducido a pequeños nichos de este valle por la ampliación descontrolada de la mancha urbana. Como si esto fuera poco, la utilización de agua para consumo humano tropieza con las limitantes de ductos obsoletos del centro de la ciudad y la inexistencia de estos hacia la zona sud de la ciudad.
Otros inmensos problemas medioambientales se suman a esta región que alguna vez fue descrita por Alcide D´Orbigny como “El único lugar del mundo donde las golondrinas no migran”. Es la ciudad más contaminada de América Latina, sobre todo por la expulsión de dióxido de carbono de un desproporcionado parque automotor. Toxicidad que no puede disiparse por las serranías que la envuelven. Qué decir de la quema constante del Parque Tunari denominado “pulmón de la ciudad”.
A simple vista, cada día se observa con resignación que el río Rocha “turbión” se ha transformado en desagüe de residuos tóxicos y alcantarilla abierta. Del mismo modo, el único espejo de agua que queda: la laguna Alalay es, hoy por hoy, solo un caldo de cultivo tóxico y de liquidación de oxígeno de gigantes proporciones.
Frente a este panorama desolador, con asombro tuvimos la oportunidad de conocer un proyecto denominado Salvemos el Río Rocha y la Laguna Alalay, del Ingeniero Oscar Olivera Rodo de la consultora Racsoorganic, que en apretada síntesis plantea lo siguiente:
Proponemos –dice– la construcción de una matriz de alcantarillado de dimensiones acorde a los aportes de desechos urbanos del eje metropolitano, en ambas márgenes del río, desde Sacaba hasta la desembocadura del río Rocha, en el río Tapacari. Asimismo, se tendrán ramales, por ejemplo: en Sacaba, en la torrentera del Chaqui Mayu y otro desde la represa de La Angostura, hasta la desembocadura en el río Rocha (río Tamborada).
Esta matriz de alcantarillado, más los ramales, servirá para colectar todos los desechos domiciliarios de toda el Área Metropolitana de Cochabamba (siete municipios) y del distrito colindante con el municipio de Arbieto, vale decir ocho municipios cubiertos con este servicio.
El colector (matriz de alcantarillado), terminará en una moderna planta de tratamiento de desechos domiciliarios, donde se procesará este material, para luego utilizarlo en diferentes rubros, particularmente en la Agricultura.
Debemos –señala– construir un “anillo de seguridad” (matriz de alcantarillado), alrededor del embalse, donde confluyan los desechos cloacales urbanos e industriales circunvecinos. Es una condición de la que no podemos sustraernos, si queremos tener éxito y contar con una laguna limpia, otrora icono cochabambino.
El proyecto contempla la adquisición de maquinaria especializada en la “cosecha de malezas” (pistia stratiotes), se trata de equipos autopropulsados de alto rendimiento.
La oxigenación de la laguna se efectuará utilizando bombas hidráulicas propulsadas por energía fotovoltaica, esto redundará en la economía del sistema. Al margen de oxigenar las aguas, estos vistosos “chorros de agua”, adornarán el entorno de la laguna.
Los proyectos contemplan varios subproyectos, como la construcción de muros en ambas márgenes del río, con retiros que se constituyen en dos avenidas con cobertura vegetal, en el caso del río Rocha, y en el caso de la laguna Alalay, la reforestación, la industrialización de la biomasa extraída y la construcción de una avenida cívica en la ribera este de la laguna. Todo este detalle puede solicitarse al siguiente email: racsoorganic@gmail.com
De esta manera podemos observar que este proyecto integral es gigantesco y al podrían relacionarse otros como los de saneamiento básico, tratamiento de la basura, forestación, etc. Finalmente, este proyecto obliga pensar que es necesario elaborar un Plan Maestro de Desarrollo Sostenible del Área Metropolitana.
El autor es investigador asociado del CESU-UMSS
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