Arriba las bicis, abajo la burocracia
Como en muchas oportunidades, quise llegar a las autoridades respectivas para hacer conocer lo que falta, porque ya lo que necesitábamos lo tenemos. Hace dos años que insistimos de forma silenciosa, por algo somos parte de la revolución silenciosa, espacios que puedan ser utilizados de forma segura y de tramos largos, para poder llegar a puntos importantes de la ciudad donde podamos desarrollar nuestras actividades diarias.
Dada la coyuntura política de los últimos meses, se demostró que la máquina de seguir adelante fue el mejor mecanismo de transporte a nivel de Bolivia. Nos preguntamos una vez más: ¿es necesario dar más vueltas al asunto o es cuestión de voluntad política? Las nuevas generaciones por fin se dieron cuenta de que nuestros abuelos tenían verdaderas máquinas de transporte urbano para ir al trabajo, para llevar encomiendas, para pasear en pareja y hasta competir por nuestros valles. Yo de política sé mucho, pero no sé de teorías políticas; aprendí de burocracias rutinarias, pero la nuestra ya sobrepasó límites de la lógica racional.
Aprendimos que la política sirve para que el ciudadano pueda utilizar los servicios que el Estado administra de forma eficiente, no que el Estado amargue las horas o los días de las personas hasta enfermarlos. La política es tan difícil de entender y peor en nuestro país, que ha sufrido transformaciones burocráticas que sobrepasaron de lo racional a lo irracional.
A todo esto, y sin más rodeos, aunque no nos han tomado en cuenta en el POA de este año, esperamos que las autoridades aunque sea saquen de su voluntad algo y avancemos en el desarrollo de nuevas alternativas para los ciclistas, que hacemos un gran aporte al medio ambiente, por lo tanto fomentar su uso es primordial para el desarrollo de políticas ambientales.
Digamos, en resumen: “O nos subimos a nuestras bicis para seguir adelante o nos contaminamos de burocracia”.
@roxxs
Columnas de ÁLVARO MALDONADO