Cambalache de “barlamentarios”
Con tres tragos adentro y la lengua suelta, peroraba uno que encima de no haber dedazo que ordene doble aguinaldo y de que las billeteras de casi todos estaban vacías con los regalos de Navidad –el vestido de las doñas y la “etiqueta azul” de los doños (en riguroso cumplir de separar género) en la fiesta de Año Nuevo– las finanzas familiares sufrían gastos de útiles escolares y se les vino encima el Carnaval y el atuendo muestra-calzón de la “niña” que el del año pasado estaba “baleado” y está carísima la prenda íntima cada vez más “chiquitinga” que de todos modos es colombiana y a quien le importa que la Quipus tenga millones en celulares de mala calidad que nadie compra.
Aquel que objetó mil millones de dólares a YPFB para invertir en un par de eructos gaseosos que ni mosquearon los trillones de pies cúbicos (TCF) necesarios de gas natural para honrar contratos con Brasil y Argentina, quizá era “un perro golpista, racista, ‘facista’, clasista, colonialista, tenista, bolivarista, dentista, electricista, taxista, burgués, neoliberal de la derecha”, como el “chapi” que se “obró” (arcaísmo coprológico de mi tierra y ninguna alusión al obrador de México) en la boca del busto tumbado del idolatrado Evo.
Engulló un “seco” de refilón un petiso salvador de la patria, porque si de farras se trataba, ahí estaba la del régimen masista y ningún sabio manejo de la economía fue la “buitreada” de billetes de la borrachera de época de vacas gordas del auge mundial de exportaciones: son nada los 60 millones de dólares invertidos en Quipus, comparados con más de 800 millones en la Planta de Amoníaco y Urea de Bulo Bulo y 1.200 millones de verdes en el Finpro, que había sido el Fondo para la Revolución Industrial y Productiva. Tal vez los “oregenarios” entendían que el movimiento al socialismo es solo para los tontos, que ahora era “su turno” y qué sentido tiene industrializar si los países ricos ya están en la era digital y la nanotecnología.
Seguro tenía cinco whiskies en la panza, uno que balbuceó que más bien demostraba seguir el ejemplo del Jefazo y regirse por su “le meto nomás”, que la mayoría aplastante del Movimiento al Socialismo (MAS) en el Legislativo aprobara 14 leyes para que el Banco Central de Bolivia (BCB) se volviera sordo, ciego y mudo a la prohibición expresa de malgastar financiando al sector público.
Terció uno de seis “Cubas” y pretensión de tribuno de plazuela, quien evocó (mano al pecho por lo de Evo), lo cerca que está el país de alcanzar a Suiza, los celos de la NASA por la Agencia Espacial Boliviana y el próximo resurgimiento del Foro de Sao Paulo, no sabía si en la Plaza Garibaldi de mariachis en la Ciudad de México o el barrio de Colegiales en Buenos Aires, tal vez próximo a renombrarse “Evo Morales Ayma”.
Otro “barlamentario” intentó poner algo de razón en la “ebrea” chorrera (que poco tenía de israelí) y acotó que al menos menguaría la importación de petardos que ya pusieron histéricos a los pajaritos de plazas y parques en el corcoveo nacional por el fraude electoral de 2019. Casi fue “huayqueado” por sus “hermanos barlamentarios”, cuando sugirió la responsabilidad residual del que ejerció el poder político por casi 14 años. Sí, el de la chompita a rayas mutada a chaqueta maoísta de boutique exclusiva, las monedas con su efigie y el museo de Orinoca, amén de otras insensateces que hoy achaca a sus “movementos shoshales”.
Yo miraba de lejos la inminente gresca. Apenas sorbía el segundo whisky y, afecto al peligro, quería vender mi charque. Menos mal que solo en mente retrotraía la cantaleta del “golpe” y del siniestro rol conspirativo del “imperio”, cuyo atrabiliario mandamás quizá se preocupa más de misiles iraníes y correteos impugnadores del partido Demócrata. Sin embargo, casi me caigo del “toco” del bar con el desafío de un leguleyo del MAS a sus colegas, a renunciar el 22 de enero si van a recibir jugosos sueldos por seis meses más. ¿Qué dirá la banda roquera “Ciro y sus Gais”?
El “macho varón” de abusar del poder político por 500 años renunció apenas tronaron los primeros petardos. Hace días, Evo se desdijo de promover milicias armadas en el país. Bueno, pensé, guerra avisada no mata moros, más si estás “a pedos” digiriendo un suculento bife de chorizo en Buenos Aires. Mientras tanto, alguna tendrá que contentarse con un “fideos-uchu” (más fideo “del país” que “uchu”) de la vivandera Filomena, “Filo” para sus “caseras” presas. Ojalá recuerde al trío folklórico “Las Hermanitas Terán” y su chicha-cumbia “Linda Cholita de 147 kilos” (de cocaína). Equivale en Bolivia a los narcocorridos mexicanos.
Para mis adentros, tarareé “el mundo fue y será una porquería, ya lo sé”, que no me importa si es tango de Enrique Santos Discépolo o de Carlos Gardel, pero el cambalache político en Bolivia tiene ribetes carnavalescos. ¡Salud!
El autor es antropólogo
win1943@gmail.com
Columnas de WINSTON ESTREMADOIRO