Buscando las noticias del mundo en el que quiero vivir
Igual que vos, esto que estamos viviendo no es lo que yo deseo para mi futuro. Y, sin embargo, estoy en la necesidad de comprenderlo para descifrar lo que podrá ocurrir y lo que será posible hacer en el tiempo venidero. Todo ha sido tan rápido y traumático que no resultaría humano negar el temor y la zozobra que sentimos.
Hasta ahora, hemos analizado el devenir y aprendido a construir escenarios para disminuir los niveles de incertidumbre. Necesitábamos planificar nuestra vida, nuestras actividades, lo que tendríamos que hacer el próximo mes… Y, de repente, como si se hubiera desenchufado el televisor, estamos frente a una pantalla que ya no cumple su tarea.
Todas las películas que vemos en estos días reflejan un mundo ajeno, distante y extraño. Los encuentros, los viajes, las áreas públicas, las relaciones humanas y sociales no encuentran un espacio en las noticias que se expresen con el verbo en tiempo presente.
Si bien algunos conglomerados humanos han visto multiplicar sus responsabilidades, como los bomberos durante un incendio, la mayoría estamos en un tiempo de quietud todavía incomprensible. Las horas, el tiempo, no significan nada más que una convención sin ningún sentido y el espacio se ha reducido a los metros cuadrados de nuestras viviendas mientras vemos noticias de ciencia ficción.
En esta recomposición de la historia y de la geografía, las relaciones humanas están reducidas a la palabra y limitadas por las distancias, que exploran y jerarquizan otras formas de expresarse. Es como si nos estuvieran obligando a pensar en la responsabilidad que tenemos de respetar la cuarentena y la de asegurar la comida diaria, frente a una batalla que tiene marcado el territorio.
En esta guerra, la simple mitigación con medidas tibias no resuelve el problema, y lo único posible es suprimir radicalmente el contagio cortando el ciclo de 15 días (más otros 15 por los que ya lo están), administrar y tratar de disminuir el daño con los infectados, reduciendo al máximo nuevos casos para que el sistema de salud no colapse, y ganar tiempo.
Este es el espacio para los Gobiernos, los políticos, para las políticas públicas, con la economía que está en su momento de mayor reto. No será fácil que acepte que su reproducción se ha detenido y debe comprender las nuevas claves. Estas condiciones que no son modificables en este momento y nos exigen claridad para lo que vendrá.
¿Cómo utilizaremos nuestras horas, como aprovecharemos nuestro tiempo, cómo nos prepararemos para un futuro tan incierto? Sin saberlo, vivimos hasta aquí preparándonos para darnos una respuesta para un momento como este. Y debemos buscar que tenga consonancia con las respuestas de los demás.
Quienes trabajamos pensando en el día después, sabemos lo que no cambiará: necesitaremos comer, mantener las relaciones humanas, construir relaciones más amigables y empáticas con la naturaleza. Tenemos tiempo para buscar las noticias del nuevo mundo. Ya estamos viviendo en él.
El autor es director de Innovación del Cepad
Columnas de CARLOS HUGO MOLINA