La corrupción en la pandemia
En este tiempo de pandemia de Covid-19, muchos funcionarios públicos están tomando ventajas y aprovechando de su poder. Presento dos ejemplos para la reflexión.
El primero es utilizar los aviones del Fuerza Aérea Boliviana (FAB) para llevar amigos y funcionarios públicos electos que no pueden caminar, a cumpleaños o entregas de material necesario para la contención del contagio de Covid-19, que quizás valen menos que todo el viaje realizado.
El segundo ejemplo es el de los viajeros bolivianos que llegaron de Estados Unidos, primero a Santa Cruz. Primero, ellos fueron obligados a observar una cuarentena de 14 días en un hotel de cinco estrellas, donde una botella de agua pequeña, de medio litro, costaba 15 bolivianos. Una persona debe consumir dos litros de agua y esto le costaría 60 bolivianos diarios en ese hotel.
Después de que la aerolínea Boliviana de Aviación (BoA) aceptó públicamente que rompió los protocolos sanitarios de viaje, al aceptar que ingresen personas con y sin prueba de diagnóstico de Covid-19 al avión, BoA debería haber pagado los siete días extras de las personas que sí se realizaron el test, pero el hotel obligó a los pasajeros a pagar la estadía y los consumos de alimentos y bebidas.
Y hay más aún, el día que les tocaba realizar su viaje hacia las ciudades de sus destinos finales, un funcionario público les dijo que debían realizarse otra prueba más de diagnóstico de Covid-19 en la clínica Foianini, donde el costo de ese test es de 140 dólares. Muchos no quisieron someterse al test en esa clínica privada, por su elevado costo, puesto que podían acudir a un centro de salud público que realiza las pruebas de forma gratuita. Pero el funcionario indicó que no se les otorgaría el alta de cuarentena si no tenían la prueba de 1440 dólares de la clínica privada. Eso, a pesar de que se había prohibido derivar a personas tratadas en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus a centros de salud privados.
¿Es normal elegir un hotel de la categoría más cara para una cuarentena obligatoria? ¿Es correcto que un funcionario público obligue a los pasajeros a tomarse la prueba de diagnóstico de Covid-19 en una clínica privada? ¿Es aceptable que la línea aérea estatal no aplique el protocolo sanitario obligatorio para viajes y los pasajeros tengan que pagar las consecuencias? Lastimosamente esto pasa en Bolivia. En estos tiempos de pandemia de Covid-19 muchos están tomando ventaja de sus funciones, seguramente para su beneficio personal. Y eso es corrupción.
La autora es doctora en economía internacional
Columnas de KATHYA CÓRDOVA POZO