A propósito de estos días
La catástrofe golpea más, empeora y se ensaña y exactamente al mismo tiempo las cuarentenas se rompen; se quiere volver a la normalidad como sea, en la misma medida en que se cree, o unos creen pero no todos, que sí es posible salir del túnel, y que todo esto pasará, pasará como una pesadilla.
Mientras no lo toque a uno de cerca, ya lo han dicho, siempre se mantiene una difusa pizca de abstracción, de lejanía. Lo peor ocurre lejos, en otros barrios, otras ciudades, otros países inclusive.
Si se está en retaguardia, por decirlo así, se vive como atrapado en una aporía, o irresoluble contradicción. Parte de uno es solidaria con la desgracia que se está abatiendo sobre muchos, y muy cerca, y que también podría tocarlo (posible aunque improbable), y está otra parte, hecha también de vida cotidiana y que hay que seguir, que se acomoda como puede a lo que va viniendo -y a veces no sin su parte de secreta alegría-. Los días en Cochabamba, perdónenme, en ésta época del año son muy hermosos.
Y las calles se han llenado de venta pequeña. Como nunca, uno ve por todas partes ajos y jengibres, ramas de eucalipto y limones. Y flores, inundación de flores baratas, por todas partes. O a un metro de las flores, venta de barbijos, de máscaras, de guantes, de escafandras.
Pero ya son varias semanas así y la misma situación ya va dejando de ser una sorpresa. Hasta el exacerbado sentido de anticipación se desgasta.
Por una parte sí, por otra parte no, ni del todo esto, mucho menos aquello, tampoco así pero no asá, quizá mañana, tal vez nunca… En ese lenguaje habla todo esto.
Y por si fuera poco, encima se agrava peligrosamente la situación política y se están dando su festín, fraudulentos pescadores, en un río que baja revuelto.
Sujeto de esa contradicción, vulgar ciudadano de a pie, no hay nada que uno pueda hacer, aparte de depositar una migaja en la olla común, y desearles suerte, con todo el corazón, a quienes la están necesitando tanto.
Este texto fue copiado del muro de Facebook del autor. Estaba sin título
El autor es escritor
Estar en el mismo filo de lo indecidible. Ni esto ni lo otro pero tampoco....
Columnas de JUAN CRISTÓBAL MAC LEAN E.