El caos del transporte público ocasionado por la alcaldía de Cercado
La circulación por placas pares e impares del transporte público urbano decretado por la Alcaldía de Cochabamba es un verdadero mamarracho que lo único que va a lograr es que se formen grandes aglomeraciones de gente que necesita de ese servicio para llegar a sus trabajos.
En la etapa de cuarentena dinámica a la que hemos entrado para reactivar gradualmente la actividad económica, si sólo se permite circular a los vehículos públicos a la mitad de su capacidad para evitar más contagios, entonces se requeriría un mayor número de vehículos públicos para atender el exceso de demanda por transporte. ¡Esto es matemática simple!
El contagio de Covid-19 no depende del número de vehículos en circulación, sino más bien de que se respeten las normas de bioseguridad que, además del uso obligatorio de barbijos, incluye guardar las distancias debidas también en los micros y autobuses de la ciudad, lo cual se traduce en obligar a los diversos sindicatos de transporte que sus asociados sólo lleven a la mitad de la capacidad de pasajeros sentados que tiene cada vehículo.
Entonces, por simple regla de tres, se requerirá el doble de vehículos públicos circulando en la ciudad para evitar aglomeraciones de gente que requiere de este servicio.
Lamentablemente, vemos que el Gobierno municipal de Cercado está acostumbrado sólo a reaccionar ante sus constantes metidas de pata, en vez de planificar y coordinar con el Gobierno central, los transportistas y las juntas vecinales; y por ello se ven espantados por la aglomeración de gente y retroceden en la disposición de circulación del transporte público que es imprescindible para que la población vuelva a sus fuentes de trabajo y realicen sus actividades económicas respetando las medidas de bioseguridad.
El autor es Doctor en Economía
Columnas de CARLOS A. IBAÑEZ MEIER