Grave error suprimir el Ministerio de Culturas
Suprimir el Ministerio de Culturas, así sea sólo transitoriamente, como lo es el gobierno, y “ahorrar para la pandemia”, es un error gubernamental que sitúa a las Culturas como las situó el gobierno del MAS, como una actividad de espectáculos públicos, prescindible en momentos de austeridad.
Las Culturas son el alma de las sociedades, el horizonte que orienta nuestro futuro y las raíces que explican el presente. Sin alma, las sociedades y los países pobres, como el nuestro, se convierten en miserables conglomerados individualistas, consumistas y depredadores de su historia, sus saberes, su capital humano, su medio ambiente y su democracia.
El defecto jamás debe confundirse con el concepto: los malos gobiernos y los pésimos ministros, con el desarrollo de todas las potencialidades de la comunidad; potencialidades que, por si fuera poco, la capacitan más y mejor para la producción, el desarrollo económico y el bienestar material de sus integrantes.
Espero que pasada la “transitoriedad” sea repuesto el Ministerio de Culturas, que no supone una repartición estatal administrativa, sino la voluntad estatal de construir vigorosas identidades nacionales para el progreso integral de la gente.
Ojalá el error de hoy no sea parte del retroceso a la visión reaccionaria de los conservadores que siempre prefieren ahorrar dinerito para gastarlo en represión, autoritarismo, corrupción y nepotismo.
El autor es abogado, exparlamentario y exalcalde de La Paz
Columnas de JUAN DEL GRANADO