Mucho pensamiento para desarrollar
Van alrededor de 20 días en los que Bolivia no cuenta con un Ministerio de Culturas, debido al “recorte” que implementó el actual Gobierno de transición, desde entonces han habido protestas y manifestaciones en contra de esta medida y se ha pedido la restitución de dicho Ministerio.
Seguramente ese pedido no será escuchado, por lo menos durante este periodo, pero esto resulta peligroso, primero porque no había tuición para hacer desaparecer ministerios cuando no significan un ahorro significativo para paliar la crisis.
Significativo sería dejar de robar, tener un plan de contingencia, solucionar las irregularidades en contratos del personal de salud y una larga lista de etcéteras que pueden hacer un cambio en la administración del país y no seguir con más de lo mismo.
¿No estamos cansados de más de lo mismo? Y ahí viene otro problema, al no reaccionar de forma masiva ante la falta de institucionalidad de la cultura, lo que se revela es un país cuya visión crítica no se cultiva, por lo tanto, la democracia también peligra, es que se necesita visión crítica para elegir a los que administrarán este país, se necesita visión crítica para luchar por derechos, para que la inconformidad dé lugar al cambio. Esa visión crítica se cultiva con conocimiento, es decir, educación y cultura, más allá del arte, pero también con éste.
Sí, sí, todos hemos sido entretenidos con manifestaciones artísticas durante esta pandemia, aunque no se trate necesariamente de producción nacional. Pero más allá, lo esencial no está cubierto y no sabemos reclamarlo.
No somos críticos ante lo que nos falta y eso se logra a través del desarrollo de un pensamiento que pueda ver más de un solo lado de las cosas, no se trata de convertirnos en un país de intelectualoides, se trata de darnos cuenta de que esta realidad es la que construimos con nuestro conformismo.
La autora es Editora de OH! y Lecturas
Columnas de CLAUDIA EID ASBÚN