Ejemplar iniciativa privada en Sucre
Un colectivo ciudadano y la empresa que distribuye energía eléctrica en Chuquisaca ejecutan una iniciativa que es un ejemplo de acción no estatal para enfrentar a la pandemia y, además, de uso eficiente y transparente de recursos privados en el marco de la responsabilidad social empresarial.
Por gestiones de la red ciudadana “Todos contra el Covid”, encabezada por la Pastoral Social Caritas y la Sociedad Boliviana de Terapia Intensiva filial Chuquisaca, el directorio de la Compañia Eléctrica Sucre S.A. (Cessa) aprobó la compra –por un valor aproximado de 1,2 millones de bolivianos– de más de 2.000 kits de medicamentos además de unos mil equipos de bioseguridad y otros accesorios necesarios para iniciar el sistema de detección y atención temprana de la Covid-19, .
La gerencia de la compañía eléctrica decidió no acudir a intermediarios para esas adquisiciones y optó por la importación directa de un horno crematorio y de ambulancias, y lo hizo a precios que no llegan ni siquiera a la mitad de los estimados inicialmente.
En Sucre comprendieron que la prioridad más inmediata es atender a la gente contagiada y enferma que, aun viviendo momentos dramáticos, no tiene acceso a centros hospitalarios ni atención médica por el colapso general del sistema de salud pública.
Y asumieron que la Covid-19 puede ser controlada y vencida si se la combate en sus inicios, evitando así que muchas personas tengan que llegar a fases severas e incluso críticas de la enfermedad cuando ya no existe espacio en los pocos centros médicos disponibles y es mínima la posibilidad de superar la enfermedad.
Las instancias estatales de la administración central, de las gobernaciones y de los municipios tuvieron cuatro meses para evitar llegar al peor momento de la pandemia en casi total estado de indefensión. Hubo, en ese tiempo, desde falta de planificación hasta corrupción, pasando por demostraciones de politización e ineficiencia inadmisibles cuando lo que está en juego es la vida y la salud de las personas.
Es tiempo de actuar desde la propia ciudadanía, de manera organizada, para ayudar a que nuestros médicos e instituciones actúen con mayor rapidez y en mejores condiciones en las tareas de contención y atención de la pandemia, y para asistir a todas aquellas familias y personas que más lo necesitan.
Eso está ocurriendo en la capital del Estado y es un ejemplo a imitarse especialmente en Cochabamba donde la acción de las autoridades de la Gobernación y de la Alcaldía es cuestionable por su ineficiencia e ineficacia.