Ante el descalabro del sector energía, acciones inmediatas
El gobierno del MAS nos dejó un sector energético totalmente descalabrado. En vez de un mar de gas nos dejó “lágrimas de gas”. En vez de industrialización nos dejó “elefantes blancos” en YPFB y ENDE. Estas dos empresas, en lugar de ser estratégicas, son más bien “monstruitos” politizados, con supernumerarios y “escasas o negativas utilidades. Por lo tanto:
De entrada, se debe trabajar en la institucionalización de las empresas e instituciones del sector y proceder a despolitizarlas. YPPB, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ENDE y la Autoridad de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN) deben proceder a la elección de sus autoridades mediante selección meritocrática y acuerdo a ley. No más interinatos para que sigan obedeciendo fielmente al poder político de turno como en los pasados 15 años.
Lo anterior debe llevar a que estas cabezas establezcan un plan de reestructuración de las dos empresas estratégicas más importantes del país (YPFB y ENDE), pasen a ser independientes del poder político y pongan eficiencia operativa en sus actividades e inversiones. No más plantas de urea señaladas con el dedo político.
Si esto no ocurre en los primeros tres a seis meses de gestión del nuevo gobierno podríamos decir que seguiremos en más de lo mismo de los últimos 15 años, con empresas e instituciones que sirven únicamente de fuente de empleo para allegados políticos y parientes de los que gobiernan.
En lo relativo a exportaciones de gas, el contrato con Petrobras ya está negociado y el Gobierno actual debe terminar la negociación con IAESA de Argentina, con volúmenes de entrega más planos (bajando el pico de invierno). Si no lo hace, se hará imposible realizar otras exportaciones en firme a compradores privados en Brasil. Las autoridades independientes elegidas deben poner un equipo comercial agresivo, competente y “sin miedo” para firmar nuevos tipos de contratos firmes e interrumpibles con clientes independientes en ese país.
Es vital volcar todos los escasos recursos disponibles de YPFB a tareas exploratorias de perforación en marcha y planificadas, como los prospectos de Sipotindi, Sararenda, San Miguel y otros, y destrabar la burocracia establecida. Otras actividades iniciales exploratorias como gravimetrías, magnetometrías, sísmica deben postergarse por los limitados recursos.
Es necesario y urgente destrabar barreras impuestas para la escasa inversión comprometida por el sector privado para exploración, como Margarita Profundo, Caranda, Boicobo, Ñancahasu y otros. Se debe resolver inmediatamente temas como fuerza mayor por la pandemia, la famosa y ridícula banda de precios y tantas otras trabas burocráticas impuestas por YPFB, AETN y el ministerio del ramo. En la medida que se pueda acelerar negociación de nuevos contratos de exploración y producción (E&P) que puedan aún ser de interés del sector privado como Abapó, Vitacua y otras.
Plan de recuperación mejorada en campos en declinación, maduros, marginales y otros, de acuerdo a las curvas de declinación y los niveles de reservas remanentes. Modificar, actualizar y adecuar la Reglamentación de la Ley 767 de Incentivos para hacerla ágil y que se logren las inversiones en estos temas de manera de levantar producción, muy rápido, de gas y petróleo principalmente. Primero cumplir con los adeudos que se tiene por estos conceptos que darán certidumbre a los que apuestan capital.
De no agilizar estas tareas, en cinco a seis años más estaremos importando toda la demanda de gasolina y diésel y en una década comenzaremos a importar gas natural. No es broma.
En lo posible, y de acuerdo al presupuesto, continuar con la instalación de redes de gas y establecer un pago mínimo por parte de los usuarios, de manera de no dañar aún más las arcas de YPFB. Es un rubro intensivo en mano de obra y genera efecto multiplicador. Paralizar totalmente las inversiones en nuevas plantas de industrialización como la planta de polipropileno, la de ácido nítrico y la de nitrato de amonio. El fiasco de la planta de urea por parte de YPFB nos hace ver esta realidad.
En las plantas (elefantes blancos) de YPFB será primordial que se busque socios para asociaciones público-privadas (APP) o proceder a su cierre definitivo. Nada peor que empresas deficitarias. Acá están la planta de urea, planta mini GNL, planta de tubos de polietileno y planta de líquidos Gran Chaco.
Impulsar con límites (10%) el uso de biocombustibles y las acciones para su cumplimiento, adecuando los precios al vaivén de los combustibles alternativos de manera su desarrollo sea sostenible.
En materia eléctrica, determinar la viabilidad de exportación de electricidad a Argentina para terminar con las inversiones adicionales, incluyendo el mercado integrado en el cono sur. Una APP puede ser útil también. Incentivar el uso de energía eléctrica en el país para generar demanda y utilizar el innecesario exceso de oferta construido por el gobierno del MAS. Cerrar unidades y centrales a gas ineficientes y antieconómicas que actualmente están operando. Detener todos los proyectos en estudio de ENDE y paralizar cualquier nueva inversión.
Una reforma profunda energética tendrá que venir posteriormente con cambios estructurales en la CPE y/o leyes vigentes.
El autor es exministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio director de Gas Energy Latin America
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