Septiembre creativo

Para despedir septiembre, mes marcado por un escenario único, es vital recordar que, en Cochabamba tuvimos las jornadas Pulso Naranja denominadas: “Las industrias culturales y creativas, pilares fundamentales de la reactivación económica”, cuyo objetivo fue generar espacios de discusión sobre la cultura y la gestión creativa, además de su impacto en las economías en nuestro país y los de la región. Este encuentro de gestores y emprendedores culturales ocurre desde el año 2015. En esta versión los organizadores fueron, además del Pulso Naranja, Roberto Araníbar y Buenas Vibras Bolivia.

En este sentido, el boliviano Roberto Araníbar, diseñador de moda y gestor cultural, es un emprendedor que llevó de forma decidida, junto a un equipo de gestores, esta iniciativa que, por la coyuntura de emergencia sanitaria, asumió el reto de establecer el encuentro en el territorio de la virtualidad, logrando un espacio que propició un diálogo dinámico entre artistas y gestores bolivianos, latinoamericanos, del Caribe y también Europa.

En palabras de Araníbar: “Tenemos el reto de que quienes hacen economía creativa sean tomados en cuenta cuando se implementen políticas en ese sentido. Por ejemplo, somos en Bolivia una gran fuerza económica que genera fuentes de trabajo y una cadena productiva importante alrededor de los emprendimientos y empresas naranja, sin embargo, es la industria que menos apoyo, y facilidades tiene de parte del Gobierno, menos inversión y duros cobros fiscales”. En este espacio, además, se tuvo la posibilidad de visibilizar las necesidades y problemas del sector y también evidenciar cómo lograron hacer frente a todo lo que trajo el coronavirus.

El objetivo de este encuentro internacional fue brindar insumos y experiencias desde las de jóvenes artistas que con sus iniciativas emprendedoras dieron referencia en temas como la inserción al mercado laboral a través de nuevos modelos de negocio o el autoempleo. De igual manera, se destacan las líneas clave del encuentro: analizar los problemas que atraviesa el sector, generar modelos de trabajo y negocio entre el sector público y privado, además de investigar modelos y estructuras de financiamientos e inversiones.

Relevamos este momento de encuentro que generó y propició la discusión y las proyecciones desde los actores culturales, un encuentro llevado a cabo con esmero y pasión por los organizadores, al cierre de esta columna destacamos las palabras de Araníbar, quien afirma: “Somos un país que está sobreexplotando sus recursos naturales, en un momento se acabarán y será muy complicado para nosotros, sin embargo somos un país joven, rico en cultura y arte, con mucha creatividad y es lo que hay que empezar a explotar. Las ideas y la creatividad existirán mientras existamos seres humanos, por tanto, son recursos renovables”.

La autora es escritora