Tiempo de estabilidad
Hemos entrado en una etapa de transición, sin duda, desde el pasado 18 de octubre hasta el próximo 8 de noviembre. Tres semanas de transición, en la que no debiéramos albergar ninguna duda ni incertidumbre. Tenemos nuevos Presidente y Vicepresidente y sólo debemos esperar con tranquilidad su llegada al gobierno.
Tuve la oportunidad de trabajar con los nuevos mandatarios y tuve la suerte de aprender mucho de ellos. Tuve, con David Choquehuanca, la oportunidad de invitarlo varias veces a charlas en el Banco Central y siempre me sorprendía agradablemente su visión de las cosas y sobre todo su testimonio en cuanto al “bien vivir”. Creo que, a futuro, deberíamos pedirle que nos hable más, que nos ayude a conocer la idiosincrasia de los indígenas bolivianos y sus descendientes, que, sin duda, somos más del 55 % de los que votamos por el MAS.
Con Luis Arce Catacora, nuestro próximo Presidente, he tenido más de ocho años de relación institucional, desde la Superintendencia de Bancos hasta el Banco Central de Bolivia. He aprendido mucho con él y, sobre todo, he aprendido sobre el temple de las personas. Nuestro exministro de Economía supo enfrentar las peores circunstancias sin amilanarse y ahora, otra vez lo está haciendo.
Con él logramos mantener la estabilidad económica desde el año 2010, a pesar de las sucesivas crisis, de toda talla, que nos tocó sobrellevar. Siempre tuvo él la iniciativa, pero compartimos los criterios necesarios para cuidar la economía del país, su estabilidad monetaria, cambiaria y financiera, y proyectar seguridad y tranquilidad a los actores económicos.
Y, por lo que se ve, él y muchos analistas y empresarios de toda talla comparten el mismo criterio, es tiempo de estabilidad, pero no sólo estabilidad económica, sino también estabilidad emocional.
Hoy, todavía muchas personas siguen pensando que hubo fraude en las elecciones y buscan de la manera más desesperada volver al año 2019, hacer alianzas con militares y policías y “recuperar la democracia”. Da pena que compatriotas nuestros no hayan comprendido el momento por el que hemos pasado. Tal vez, la Policía y los militares convocados deberían explicarles la actual coyuntura y cortar los lazos de esas personas con sus promotores y controlar la violencia y agresiones que están pregonando.
Por otra parte, hay mucha gente que se está poniendo nerviosa por el retorno del MAS al poder y que debería recordar que, en el anterior período de gobierno, tuvimos, sobre todo, una época de progreso y estabilidad, que permitió que muchas personas pudieran mejorar sus condiciones de vida, sin afectar el crecimiento de las actividades financieras ni empresariales en general.
Con base en esa realidad vivida, en la que los bolivianos y bolivianas volvimos a sentirnos orgullosos de haber nacido en esta tierra, es que ahora pedimos que las personas y las familias hagan un esfuerzo para vislumbrar que el futuro será un tiempo de estabilidad económica, a pesar de las crisis que nos ha tocado vivir y que tendremos que superar y, que hagan todo su esfuerzo para generar un clima de estabilidad emocional, sabiendo que para todos los que gobernamos hasta el año 2019, nuestra meta no fue ni es Venezuela, ni Cuba, sino un tercer modelo, la Bolivia de la estabilidad, del crecimiento y de la redistribución. Ese fue nuestro modelo y tuvimos como timonel al que ahora será Presidente y con el que compartimos, tantos exfuncionarios, su visión del manejo de la cosa pública.
El autor fue presidente del Banco Central de Bolivia entre noviembre de 2010 y enero de 2017
Columnas de MARCELO ZABALAGA ESTRADA