Dos masacres, dos comisiones
El 11 de septiembre 2008 ocurrió la masacre Pando o masacre de El Porvenir. Para investigar esos hechos se nombró por Unasur (a sugerencia de Cristina Fernández) a Rodolfo Mattarollo que estuvo acompañado por “12 expertos” que evacuaron pronto su informe ante una frondosa presencia de autoridades y prensa. El documento circuló profusamente por los medios y se puede leer en su integridad. Los muertos fueron 13, sin contar dos funcionarios, en otro lugar complementa fueron “20 muertos y 40 heridos” admite confusión y poca claridad en las declaraciones de los testigos. Recomienda acción judicial para los responsables. En efecto el gobernador Leopoldo Fernández soportó más de 11 años de cárcel sin juicio ni sentencia, muchos salieron exiliados y otros fueron apresados.
Una nueva comisión integrada por cinco expertos de la Comisión Interamericana de DDHH llegará pronto a Bolivia para indagar sobre la llamada “masacre de Senkata (El Alto) y la de Sacaba. Se estima en 35 los fallecidos y la cifra de heridos ha variado constantemente de 300 a 800 de fuentes diversas: Defensoría, ministerios y Movimiento al Socialismo.
La dramática historia boliviana está plagada de masacres, asesinatos, colgamientos, revoluciones y hasta de guerras civiles. Por ello, todo intento de buscar la verdad de los hechos es siempre bienvenido y se busca con afán una “comisión de la verdad” que deje sentado el principio de los acontecimientos luctuosos que de cuando en vez tiñen de luto a las familias de civiles y uniformados víctimas de la violencia, la brutalidad y la intolerancia.
Los sucesos que originaron sangre y dolor en Senkata y Sacaba se dieron a raíz del abandono del poder de los mandatarios Morales Ayma y García Linera, cuando renunciaron a su mandato y pidieron ayuda urgente al Gobierno de México que les envío un avión para trasladarlos de Chimoré a México. La oposición y los ciudadanos están pidiendo que la investigación de los cinco se extienda a los asesinatos de Montero y Sipe Sipe donde se registraron víctimas del bando contrario.
Cuando sucedió la masacre de El Porvenir, Morales Ayma recurrió a Cristina Fernández quién no dudó en recomendar a Mattarollo para organizar, presidir e informar al mundo sobre lo sucedido. Mattarollo (hoy, fallecido a los 75 años) era el mejor calificado para la tarea en su condición de abogado militante kirshnerista y funcionario del Gobierno argentino que, bajo la consigna de “superar la impunidad” y experto en temas de “terrorismo de Estado”, puso su rúbrica en un oprobioso informe que en los hechos condenó a Leopoldo a la cárcel.
El autor es periodista
Columnas de MAURICIO AIRA