Diagnosticar el VIH y otras infecciones en tiempos de Covid-19
Las pruebas para diagnosticar el VIH, las hepatitis virales y otras infecciones de transmisión sexual, constituyen el primer paso para eliminar esas enfermedades del planeta. Sin embargo, estamos muy lejos del objetivo que la comunidad internacional ha establecido con relación a la respuesta al VIH y al Sida. Se suponía que el 90% de las personas que viven actualmente con el VIH deberían conocer su estado serológico hasta 2020, pero todavía hay más del 20% que desconoce su seropositividad.
Las pruebas permiten a las personas diagnosticadas cuidar su propia salud y acceder a un tratamiento inmediato. A nivel colectivo, el diagnóstico es una herramienta esencial para la prevención de nuevas infecciones, particularmente cuando está dirigido a las comunidades más vulnerables al VIH.
Lamentablemente, la estigmatización y la discriminación continúan obstaculizando el acceso al diagnóstico de las personas de las comunidades más vulnerables a la transmisión del VIH, como también a sus parejas, que representan casi dos tercios de las nuevas infecciones por VIH en el ámbito mundial.
Si queremos acabar con el Sida, es necesario garantizar el acceso a la salud de todos y todas, incluyendo a las poblaciones más marginadas, como son las trabajadoras sexuales, sea de sexo masculino o femenino, como también de la comunidad TGLBI. Para ellas y ellos, es importante que el personal de salud de un servicio público o privado brinde atención con calidad, calidez y garantice la confidencialidad desde el ingreso a un servicio para ser diagnosticado.
Las asociaciones comunitarias, unidas en el seno de Coalition Plus y con presencia en más de 100 países, incluido Bolivia, asumen el reto de realizar la Semana Internacional de la Prueba, dirigida a la población general y a las personas más vulnerables al VIH. Se trata de brindar servicios de diagnóstico con un enfoque global de salud sexual.
En Bolivia, la cuarentena estricta provocó que prácticamente todo el sistema de salud pública se concentre en la atención de casos de Covid-19, que ocasionó que las personas con VIH no pudieran realizar su seguimiento médico, recoger sus medicamentos ARV y realizar sus controles de laboratorio. El diagnóstico de personas con VIH quedó totalmente paralizado, durante varios meses.
Sin embargo, el VIH continúa infectando, en particular a jóvenes de ambos sexos, comunidad TGLBI, trabajadoras sexuales y población en general. Hasta junio del año 2019, el Ministerio de Salud de Bolivia registró 25.448 personas diagnosticadas con VIH y Sida. ONUSida estima que más de 30.000 personas tienen VIH en Bolivia. El año 2018, la tasa de nuevas infecciones anuales creció un 22% en el país. El último informe de ONUSida sitúa a Bolivia en el segundo país latinoamericano con mayor número de nuevos casos de VIH.
Por ello es importante que los servicios de salud, públicos y privados, realicen campañas para diagnosticar los nuevos casos de VIH y de otras infecciones de transmisión sexual, para iniciar rápidamente su tratamiento y recuperar a las personas que están viviendo con VIH y que aún no lo saben.
El Instituto para el Desarrollo Humano–Bolivia, junto con otras organizaciones comunitarias de la Coalition Plus, hace un llamado a nuestras autoridades nacionales, departamentales y municipales para unir esfuerzos de manera permanente, con el fin de diagnosticar al 90% de las personas con VIH.
Una campaña de diagnóstico gratuito comenzó el lunes 23 y se extiende hasta el viernes 27 de noviembre en nuestros servicios, para brindar el acceso gratuito a las diferentes pruebas.
El autor es médico y director del Instituto para el Desarrollo Humano – Bolivia, www/ idhbolivia.org
Columnas de EDGAR VALDEZ CARRIZO