De qué nos preocupamos... no nos alcanza
“No tienen por qué preocuparse. Sólo van a pagar las personas que ganen más o tengan un patrimonio superior a los 30 millones (de bolivianos). No se preocupen, mis compañeros de la prensa. A ustedes no les alcanza”.
Tan considerado el Ministro de Gobierno. Con esas dulces palabras sobre los alcances del impuesto a la riqueza, Eduardo del Castillo, nos arrancaba este sábado un suspiro de alivio. Y nosotros los periodistas que andábamos tan preocupados buscando cómo camuflar nuestra cuantiosa fortuna, evadir impuestos y burlar a la ley. Pero no. El Ministro, tan buenito, nos hizo caer en cuenta de que ni ganamos tanto ni tendremos que pagar nada de ese impuesto a la riqueza, no contamos en ese plan, somos unos pobres diablos y no nos habíamos dado cuenta… (tal vez cuando llegue el impuesto la pobreza… paciencia, ya nos tocará calificar para eso).
Otra cosita, como tampoco nos alcanza, no deberíamos hacer preguntas tontas sobre el impuesto, no deberíamos preguntar a quiénes sí alcanza, a cuánto ascenderá, si no es muy poquita la cantidad, si no es más un discurso político que una medida real para la reactivación económica del país, o finalmente, qué se hará con ese dinero. No deberíamos cuestionar si la medida causará desincentivo a las inversiones, si no hay riesgo de juego de números para camuflar la riqueza, o si en lugar de fomentar las inversiones las estamos ahuyentando gravándola… No, no, sólo hay que aplaudir. Se les está quitando a los ricos para darlos a los pobres, a lo Robin Hood.
¡Caramba! Es que de todo nos quejamos los periodistas… como si el impuesto nos afectara en algo a nosotros.
Felizmente hay ministros tan buenitos que nos hacen caer en cuenta de cuál es nuestra función: quedarnos calladitos si no nos afecta, grabar las declaraciones oficiales y transcribirlas sin chistar. Hay que tener coraje.
El autor es periodista
Columnas de LUIS FERNANDO AVENDAÑO