Quedas despedida
Tengo la copia de la carta que el coso le mandó a su cosa, cuando la despidió. Leed:
Amor y camarada mía:
¿Te acuerdas cuando nos conocimos mientras nos agarrábamos a pedradas con la Policía en la manifestación contra el imperialismo yanqui, opresor y colonialista? Lo que más me cautivó de ti fue cuando le diste una patada en el culo al paco que me tenía del cogote y, cuál cholita voladora, le brincaste y le arañaste el ojo. Tu actitud fue más que heroica, porque me salvaste de caer en manos represoras y yo terminé, luego, en la cama de un perdido alojamiento, donde ardieron nuestras primíparas y más enredadas pasiones. Además, la tarifa estaba a mitad de precio.
Ese día, yo solo salí a comprarme una salteña al quiosco de la esquina y me vi envuelto en el lío. Luego tuve que aprender lo que era el imperialismo y, –pese a que los gringos me parecían geniales, porque consumo mucho cine– me convenciste de que eran unos chinchis y acepté ir a la reunión de tu célula.
No fue difícil llegar a ser dirigente porque en las asambleas los miembros levantaban solo la mano y no exponían sus puntos de vista, lo que me permitió ser un líder político. Yo sé que todo te lo debo a ti, amante de mis entrañas, porque todo me enseñaste. Fuiste una activista muy útil al partido, pero las mujeres aún no tienen sus espacios consolidados, cosa por la cual tendrás que luchar, para ver si te dan una pega.
Por eso, vida de mis chinchulines, te hice presidenta del gabinete de mi ministerio y me sentí orgulloso. Ambos a la cabeza del despacho ministerial era como un pequeño reinado con su rey y su reina. Íbamos a tener dos salarios, vehículos a la puerta, chofer, secretarias y todo lo que da el poder, por el doble, por dos enamorados; marido y mujer.
Fue un bello sueño hecho rápidamente realidad. No bien subió nuestro padrino Lucho, vos ya estabas posesionada como jefe de gabinete. Te veías como la princesa Diana, obviamente antes de su muerte.
Dicen que posesionarte fue ilegal, pero el amor es así porque al ser ilegal es un delito. Yo digo que fue un error porque es verdad que cuando nos agarró la Policía éramos solos “concubains” pero ahora somos marido y mujer.
Por lo tanto, he tomado dos decisiones para que no nos boten del partido.
Primero, solo para despistar, estoy saliendo con la teñida que es la secretaria de recepción. Es una mujer que va de frente. Me ha dicho “no soy profesional, pero me siento profesional”. Hoy la posesionaré como jefe de mi gabinete. Paralelamente, te comunico oficialmente que estás despedida. Tranquila tú; a lo mejor con esta despedida mi más hermoso sueño muera dentro de mí, pero te digo adiós por toda la vida aunque toda la vida siga pensando en vos.
Amada mía, los sueños, sueños son y se fueron a la barca como dijo Calderón de la Mierda (creo que tuve un lapsus).
PS: Respuesta solo por inbox. “Tenkiu”.
CC: file, RR.HH., Presidencia, PP (partido político).
El autor es humorista
Columnas de ADOLFO MIER RIVAS