Teodoro Mamani
Teodoro Mamani. Así se llama el masista, ya previamente acusado de corrupción, que ha echado de sus puestos a guardaparques de buena reputación y opuestos a la invasión, los incendios y loteamientos en las áreas protegidas.
En cuanto a la sospecha de que se trata de alguien tocado por la corrupción, véase este párrafo del periódico El Potosí del pasado 11 de enero: “Teodoro Mamani, alto dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), y segundo hombre de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia, fue denunciado por el cobro de un supuesto diezmo para adjudicar una obra con la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), que manejaba el expresidente Evo Morales.” Catorce años del gobierno más corrupto de la historia ya nos han enseñado lo suficiente como para creer que esa denuncia tiene todas las de ser cierta.
¿Y no tenía idea de esa denuncia Juan Santos Cruz, el ministro de Medio Ambiente, que posesionó a Teodoro Mamani? Como todos sabemos, las áreas protegidas y los parques nacionales bolivianos están bajo alta presión Aparte del descarado crecimiento del complejo coca/cocaína, los madereros, ganaderos, mineros, hacen todos de las suyas y tienen los parques en la mira, mientras los invaden y explotan constante, clandestina e ilegalmente. Poderosos intereses. Para todos ellos, los guardaparques responsables siempre fueron un perjuicio, un obstáculo.
Para hacerse una idea de la gente que está reemplazando a biólogos, ingenieros forestales y personal con años de experiencia, véase el caso del Parque Amboró: se está echando a un profesional en el tema, con conocimiento y años de experiencia y desde ahora, esa joya de parque estará dirigido, según información que circula en las redes, por un dirigente sindical alteño.
Los periódicos denuncian que, en esta ofensiva contra los parques nacionales, se sacó de sus puestos a profesionales competentes, conocedores de sus áreas, con experiencia y formación, afectando además a los parques Madidi, Carrasco, Tunari y Apolobamba.
Sobre la extraordinaria importancia de los parques nacionales pueden escribirse libros enteros. En esta breve columna no me extenderé sobre ello. Baste decir que agredirlos, descuidarlos, maltratarlos, es una monstruosidad que no debiera permitirse. Más que nunca ahora, entrando de lleno como estamos, al duro y difícil cambio climático. El presupuesto destinado a parques y áreas protegidas, más bien, debería aumentarse considerablemente, con más guarparques, con mayores facilidades, equipos y toda la logística adecuada para su trabajo.
En este contexto, es especialmente preocupante el caso de la amenazada ciudad de Cochabamba. Amenazada por la corrupción, la estupidez, las pésimas alcaldías, la ausencia de alcantarillas, la deforestación implacable, los loteamientos indiscriminados.
Y, precisamente, Teodoro Mamani, como se llama este personero del MAS, acusado ya de corrupción, acaba de echar de la dirección del Parque Tunari a Alberto Terrazas, persona reconocida por su competencia y su defensa del Parque. Profesional opuesto a los loteadores y a los incendiarios.
Cualquier persona mínimamente preocupada por estos temas tiene una inmediata desconfianza ante el MAS (y sus miembros). A ello nos enseñó la poca, o ninguna voluntad de apagar los terribles y horribles incendios de 2019, sin hablar de las múltiples sospechas de que muchos de ellos fueron (y son todavía) provocados a la par de que se encontró, de paso, un loteamiento masivo y repartija de tierras en la Chiquitanía a manos de los denominados “interculturales”, una facción del MAS.
En caso de que, de aquí a algunos años, se acabe loteando toda la falda del cerro en Cochabamba, y se acabe de pavimentar todo y se desforeste todo, más les valdrá a la misma Cochabamba y a los cochabambinos que la fea, indigna, seca y pestilente ciudad que quedará nunca hubiera existido.
Es imperioso imponerse a la degradación del manejo de todos los parques en Bolivia.
Debe exigirse, no solo que se restituya a todos los guardaparques arteramente echados, sino que se destituya al masista Teodoro Mamani, hombre sin la más mínima experiencia o conocimiento del trabajo que le correspondería en ese puesto y acusado, además, de corrupción. Que se lo destituya, por lo menos, hasta que demuestre que esa acusación de corrupción que pesa sobre él (y sus actos) no tiene sustento.
¿Qué se imagina que pasará con nuestros parques naturales si no se restituye a esos guardaparques y se deja donde está a Teodoro Mamani?
Pues imagínese lo peor.
El autor es escritor
Columnas de JUAN CRISTÓBAL MAC LEAN E.